Las actuales políticas de reforestación deben ser revisadas para adaptarse al cambio climático, ya que el uso de los árboles locales puede ser desaconsejado por las particularidades de un clima que ya está cambiando y al que podrían adaptarse mejor otras variedades.
Según el estudio publicado por investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) en la revista Ecological Engineering, los investigadores han analizado la respuesta de hasta 12 pinos carrasco de diferentes procedencias en tres zonas de la geografía española para comprobar su capacidad de adaptación,
Este trabajo ha sido liderado por los investigadores Antonio del Campo, del Instituto de Ingeniería del Agua y del Medio Ambiente y José Miguel Mulet, del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (UPV-CSIC) y ha servido como núcleo de una tesis doctoral.
En términos generales, las variedades de pinos procedentes del interior de la Comunidad Valenciana y de Castilla La Mancha son las que mejor respuesta generalista han tenido, mientras que las procedencias del sur parecen ser perfectas para la repoblación forestal en zonas extremas.
Otra de las conclusiones de este estudio es que repoblar zonas quemadas con las procedencias locales no es siempre la mejor opción, de forma que es necesario revisar las actuales políticas de reforestación, “más aún en un escenario de cambio climático”.
Durante los últimos 6 años, los investigadores han estado evaluando la respuesta de diferentes procedencias o genotipos de pino carrasco, especie clave en los programas de restauración forestal semiáridas.
En total, han estudiado hasta un total de 12 procedencias, cada una de ellas con una tolerancia a frío y sequía diferenciada, en programas de restauración llevados a cabo en tres zonas de la geografía española: La Hunde, en Valencia -como zona control-; Granja d'Escarp, en Lleida -zona seca-; y Tramacastiel, en Teruel -zona fría-.
Las conclusiones del estudio indican que, en términos generales, las variedades procedentes de zonas más secas se comportan bien inmediatamente al norte. Por ejemplo, la procedencia La Mancha ha funcionado muy bien en Valencia, y las de Valencia en Lleida.
“Levante interior y La Mancha son las que mejor respuesta general tienen; y las procedencias del sur parecen ser perfectas para la repoblación forestal en zonas extremas, ya afectadas por el cambio climático”.
Las semillas 'Bética Septentrional' y 'La Mancha' se adaptan más al ambiente seco y la procedencia 'Maestrazgo-Los Serranos' resulta idónea para entornos más frescos“, ha apuntado Antonio del Campo, investigador del IIAMA-UPV y profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural (ETSIAMN).
“Lo que ahora es válido para los ambientes secos del sureste será -empieza a ser- idóneo para la zona central del hábitat de la especie (centro-este de España) y se va produciendo una colonización progresiva de Sur a Norte”, ha añadido el investigador y también profesor de la ETSIAMN, José Miguel Mulet.
El Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (UPV-CSIC) está trabajando en programas de mejora de pino carrasco a nivel molecular, en los que se hacen “crecer en laboratorio las variedades seleccionadas en condiciones de sequía y frío para saber si una planta determinada está produciendo las moléculas que le harán resistir mejor al frío o la sequía”, ha concluido Mulet.