Rusia no participará en los próximos Juegos Olímpicos de Invierno. Es la decisión a la que ha llegado esta tarde el comité ejecutivo del Comité Olímpico Internacional (COI), presidido por Thomas Bach, después de analizar los resultados de la comisión sobre la manipulación del sistema antidopaje en Rusia, dirigida por el expresidente de Suiza Samuel Schmid. Sin embargo, los atletas rusos podrán participar en el evento deportivo que se celebrará en Pyeongchang (Corea del Sur) en 2018 si lo hacen bajo una bandera neutral y sin que suene el himno de su país.
Los deportistas del equipo ruso que quieran competir de manera individual o en equipos, lo harán bajo el nombre “Atleta Olímpico de Rusia” y con la bandera olímpica impresa en su uniforme. En caso de recibir una medalla, el himno que se escuchará será también la sintonía olímpica. Son algunas de las consecuencias derivadas del informe que estudia los escándalos de dopaje rusos, que han llevado al COI ha excluir al ministro de Deportes de Rusia, Vitaly Mutko, y a no acreditar a ningún miembro del gobierno de Putin para los próximos Juegos de Invierno.
De esta forma, todos los atletas de Rusia que quieran competir en Pyeongchang deberán de ser estudiados por la comisión presidida por la directora de la Autoridad de Control Antidopaje Internacional, Valerie Fourneyron, que realizará una evaluación individual de cada caso, permitiendo participar únicamente a aquellos que puedan demostrar su limpieza en asuntos de dopaje.
“Ha sido un ataque sin precedentes a la integridad de los Juegos Olímpicos y el deporte. La Junta Ejecutiva del COI, después de seguir el debido proceso, ha emitido sanciones proporcionales para esta manipulación sistémica mientras protege a los atletas limpios”, ha afirmado Bach sobre la decisión del comité.