Los Juzgados de Violencia sobre la Mujer situados al norte de Madrid han amanecido este martes con carteles pidiendo la derogación de la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. Una vez más, un grupo de individuos ha colocado los mensajes en una zona, el aparcamiento, por la que transitan las mujeres que acuden a declarar o a denunciar.
En esta ocasión, han escrito “derogación ley de género ¡ya!” en una tela blanca y han colocado dos carteles grandes entre los coches. Uno de ellos cambia la campaña del Gobierno “Hay salida”, que anima a las mujeres a llamar al 016 o a denunciar, por “hay negocio. Llama y te desplumamos el pollo”.
Este martes declaraban en el juzgado el jugador del Atlético de Madrid, Lucas Hernández, y su novia por la agresión que se produjo en su domicilio de Las Rozas a principios de mes. La Fiscalía pide siete meses de prisión para el futbolista y seis para su pareja. “Parece que han aprovechado el despliegue mediático que hay aquí hoy”, asegura una trabajadora de los juzgados.
El otro cartel se refiere a la Constitución y al artículo 14, que proclama la igualdad ante la ley de todos los españoles, del que asegura haber sido “modificado por la ley 1-2004”. Además añade “in dubio pro zorra”, en referencia a la expresión latina in dubio pro reo, que manifiesta el principio jurídico de que, en caso de duda, se deberá favorecer al acusado.
La ley integral del 2004 no modificó ningún artículo de la Constitución, pero cambió algunos artículos del Código Penal para introducir una agravante, que aumenta ligeramente las penas por amenazas, coacciones o lesiones para los casos de violencia de género en los que sea el hombre el agresor y la mujer la víctima.
Cuestionar la ley con la idea de que “es discriminatoria con los varones” es “una de las ideas más repetidas por la corriente llamada neomachista o posmachista”, según el estudio “Violencias de género 2.0”, elaborado por el grupo de investigación GrediDona de la Universidad de Barcelona.
Es también el argumento clave esgrimido en las cuestiones de inconstitucionalidad que se presentaron tras la aprobación de la ley en 2004 y que años más tarde tumbó el Tribunal Constitucional zanjando que no existe esta discriminación. Entiende que la sanción debe incluir un plus de gravedad si las agresiones responden a un contexto machista porque son consecuencia de un contexto relacional que reproduce las desigualdades.
A finales de diciembre también colocaron carteles similares en los mismos juzgados. Uno de ellos con la forma de un tubo de pegamento en referencia al caso de la mujer que fue imputada por simulación de delito tras denunciar que su expareja le había echado pegamento en la vagina, una noticia que tuvo una enorme repercusión mediática.
Que hay una gran cantidad de denuncias falsas sobre violencia de género es otra de las ideas “recurrentes de la corriente neomachista”, prosigue el estudio. Sin embargo, la memoria de la Fiscalía General del Estado, presentada el pasado mes de septiembre, revela que solo el 0,0015% de las denuncias presentadas en 2015 resultaron ser falsas.
El pasado mes de abril en el mismo juzgado fueron colgados carteles con mensajes como “Juzgado feminazi”, “Auschwitz: trituradora de hombres” o “Peligro feminazis sueltas”. Unos meses antes también aparecían pintadas de “Stop Feminazis” en el suelo y carteles con mensajes similares.