Las políticas de recortes se han llevado por delante más de 8.250 millones de euros que se invertían en las aulas públicas y ya no. De 2008 a 2015, el gasto conjunto en Educación de todas las comunidades autónomas, con competencias en la materia, pasó de 47.128 millones de euros a 38.872, según los últimos datos ofrecidos por el Ministerio de Educación y ajustados a inflación por eldiario.es.
No hay ni una región española cuyo presupuesto no se haya resentido, pero algunas que metieron más la tijera que otras. A la cabeza de las 17 está Castilla-La Mancha, que con las políticas de la ahora ministra de Defensa María Dolores de Cospedal recortó el gasto público casi un 30% entre 2008 y 2015.
Los datos del Ministerio muestran cómo los grandes feudos del PP, exceptuando Asturias y Canarias, registraron las caídas de gasto más fuertes: Galicia (20,9%), Comunitat Valenciana (20,7%), Castilla y León (20,4%) y la Comunidad de Madrid (19,2%). Pero los recortes no han sido solo patrimonio de las políticas del PP. Asturias, gobernada desde 2008 por el PSOE excepto un año, es la segunda de la lista, con 276 millones menos. Y Canarias, de Coalición Canaria en alianza con el PP hasta 2011 y con el PSOE a partir de 2012, la tercera.
Las comunidades tienen competencias para manejar lo que gastan en Educación, pero estos años han ajustado sus presupuestos ahogadas por un decreto del Ministerio de Educación del año 2012, aprobado bajo el mandato del exministro José Ignacio Wert, para “la racionalización del gasto público” que, entre otras cosas, aumentó el número de alumnos y alumnas por aula, las horas lectivas de los docentes, los precios de las tasas universitarias... y un largo etcétera de medidas que se han traducido en hacer lo mismo con menos recursos.
Precisamente, fue en 2012 donde las comunidades realizaron el mayor recorte desde 2003, según datos ajustados a inflación analizados por eldiario.es.
Una parte de estas medidas están empezando a revertirse, aunque no todas. Los docentes siguen reclamando “no más, sino que nos devuelvan lo que teníamos”, asegura Maxi Fernández, secretaria del sector de Enseñanza de UGT Asturias. El sindicato calcula que solo en esta comunidad se han perdido 650 puestos de trabajo de profesores de una plantilla de 10.900. “Tenemos a los docentes de especialidades de los colegios como tutores y a la vez dando sus clases de música o educación física. Eso se traduce en que prescindimos de otros profes porque ellos lo cubren y en que ya no hay desdobles ni apoyos”, explica.
La comparación por comunidades muestra que todas las autonomías dibujan una línea de gasto parecida entre 2003 y 2015. Un crecimiento sostenido del gasto en educación durante la burbuja (2003-2009), grandes recortes durante la crisis con 2012 como el peor año (2010-2014) y una ligera recuperación en el último año (2015).
En la Comunitat Valenciana, gobernada hasta 2015 por el PP, se había perdido hasta la fecha 5.000 profesores, según CCOO. Una cifra que se va recuperando, asegura también el sindicato. “Estos años han ajustado las horas con calzador y sin ningún miramiento, y por supuesto sin considerar que los profesores tienen que preparar las clases”, denuncia Xelo Valls, de CCOO del Pais València. La región ha vivido con un presupuesto tan ajustado que no podía asumir costes como arreglar un sistema de calefacción estropeado y un instituto estuvo casi todo el curso sin ella en 2013.
Pese a que se han dado episodios de este tipo en varias regiones –obras empezadas sin terminar, mal estado de las instalaciones...–, los sindicatos insisten en que el presupuesto más malherido es el de personal. La Xunta de Galicia, por ejemplo, tenía en 2016 1.200 profesores menos que en 2009, según datos de la Secretaría de Estado de las Administraciones Públicas. Son, de acuerdo con esta fuente, el sector profesional más golpeado por los recortes en la región.
Especialmente dañada ha quedado, según los sindicatos, la plantilla que no tiene carga lectiva, como los orientadores o el Personal Técnico de Servicios a la Comunidad (PTSC). Y se trata de un común denominador a casi todas las comunidades autónomas. En Madrid, solo el 15% de los centros de Secundaria tienen a jornada completa un PTSC, el profesional encargado de velar por la convivencia y ser el nexo con servicios sociales. Aunque no encabeza la lista, esta región se puede colgar la medalla de ser la comunidad que más recortó en atención a la diversidad hasta 2015, un 29,3%, seguida de Extremadura.
Incluso las que no engrosan los primeros puestos de las comunidades con la tijera más afilada, como Cantabria, vieron cómo su modelo innovador de aulas de dos años integradas en los colegios estuvo a punto de morir con la eliminación de todas las maestras de las clases, en manos solo de una técnica en Educación Infantil. Este recorte, explican los sindicatos, ya se ha revertido.
2015 es el primer año de la serie desde 2009 que el presupuesto liquidado –es decir, ejecutado, no presupuestado– en Educación en todos los niveles se ha recuperado ligeramente (un 4,3%). Y esto marca un cambio en la tendencia, aunque los datos dicen que aún queda mucho para volver a los niveles de inversión previos a la crisis.