La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha anunciado hoy que el Consejo de Ministros del viernes aprobará un decreto de ayudas a los afectados por las inundaciones del río Ebro que incluirá el destino de 4 millones a Aragón, otros 4 a Navarra, y 3,6 a La Rioja.
La ministra, acompañada por el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Xavier de Pedro, ha visitado las instalaciones del organismo gestor de la cuenca del río en Zaragoza; se ha reunido con alcaldes en la localidad riojana de Alfaro y, posteriormente, lo ha hecho con agricultores afectados por las inundaciones en la ciudad navarra de Tudela.
En Alfaro, García Tejerina ha indicado que su departamento ha consignado 3,6 millones para paliar los efectos de la crecida del Ebro en La Rioja en las infraestructuras agrícolas que hayan quedado dañadas.
La ministra, a quien acompañaba el presidente del Gobierno riojano, Pedro Sanz, ha puntualizado que, si una vez evaluados los daños fuera necesaria una partida superior a los 3,6 millones de euros, se habilitará, dado que esta avenida del Ebro es la mayor desde que hay datos históricos.
El decreto, ha indicado, tendrá un carácter “abierto” porque “hay que entrar a valorar y evaluar los daños”, ya que, “más allá de lo que se apruebe, habrá que trabajar para devolver la situación a la normalidad”.
También ha explicado que ya hay personas de la empresa pública Tragsa trabajando sobre el terreno en zonas inundadas, pero, “tal y como está el Ebro, no se pueden reparar muchas zonas”.
En Tudela, donde se ha reunido con agricultores junto con la presidenta de Navarra, Yolanda Barcina, ha indicado que los cuatro millones que se destinarán a la comunidad se invertirán en la reparación de infraestructuras hidráulicas y rurales dañadas.
Los agricultores de Asaja han criticado, tras la reunión, que las ayudas que proyecta el Gobierno no incluyen las pérdidas por lucro cesante de las explotaciones.
Félix Bariáin, presidente de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Navarra (UAGN) y miembro de Asaja, ha informado de que hay explotaciones que han tenido que rescindir hasta 140 empleos, y que esa realidad no se reflejará en el decreto de ayudas.
La ministra, a preguntas de los periodistas, ha afirmado que, si bien hay cultivos de los que todavía no ha comenzado la siembra, a los agricultores que habitualmente contrataban seguros agrarios “a todos los efectos se considerará que estaban asegurados y serán indemnizados”.
Sin embargo, ha añadido, “aquella persona que nunca ha hecho un seguro es más difícil justificar que justo este año iba a ser la primera vez que lo iba a hacer”.
Fuentes del Ministerio han informado a Efe de que el decreto del viernes incluirá también ayudas para los afectados de Aragón por un importe aproximado de cuatro millones de euros, aunque la partida podría aumentar en los próximos días una vez se evalúen los daños.
Por la mañana, durante su visita al Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la CHE en Zaragoza, la ministra ha defendido el papel de las infraestructuras hidráulicas para regular los ríos y ha advertido de que si el recrecimiento del pantano de Yesa “hubiera sido realidad” habría absorbido “de manera importante” la última avenida del Ebro.
García Tejerina ha señalado que las inundaciones del río Ebro se han producido por una avenida extraordinaria debida a un episodio de lluvias, “el más importante desde que hay registros”, sumado a un proceso de deshielo de un volumen importante de nieve y tras tres periodos seguidos de crecidas que han saturado la capacidad de absorción del terreno.
García Tejerina ha subrayado el papel de los pantanos del Ebro, Yesa e Itoiz para reducir en 800 metros cúbicos por segundo el caudal del Ebro. “Imaginémonos -ha dicho- qué hubiera sucedido si no hubiéramos dispuesto de estas infraestructuras”.
Preguntada por el “comportamiento extraño” que ha tenido el Ebro al llegar a Zaragoza, García Tejerina ha explicado que habrá que analizar por qué en este tramo se ha comportado con esta virulencia y las primeras hipótesis que barajan los técnicos, aunque “con salvaguardas”, es que podría deberse a las infraestructuras construidas con motivo de la Exposición Internacional de 2008 en el meandro de Ranillas.