Baleares celebrará una única corrida después de que el Constitucional obligara a dar muerte a los toros en las islas

A pesar de los intentos del PP por perpetuar la tauromaquia en Baleares y de que el Tribunal Constitucional tumbara parcialmente la normativa autonómica que prohibía la muerte del animal, las islas celebrarán una sola corrida de toros en 2019. La plaza de toros de Palma, conocida popularmente como el Coliseo Balear, volverá a albergar este verano una corrida de toros gracias al fallo del Constitucional, pero ni esta plaza ni las otras principales de Baleares tienen programadas otras corridas.

Según han confirmado fuentes de la plaza de toros de Palma, gestionada por la empresa Exclusivas Balañá, a eldiario.es, solo tienen previsto una corrida, el día 9 de agosto, a la que acudirán Morante de la Puebla, El Juli, José María Manzanares y Roca Rey. “Es una de las mejores corridas en toda España, estamos satisfechos por el cartel”, han añadido. Ni la plaza de toros de Inca, la de Muro o la de Alcúdia (ubicadas en Mallorca) van a celebrar corridas de toros, según han confirmado los tres ayuntamientos.

La plaza de toros de Palma es la más importante del archipiélago y la compañía promotora, que también es la propietaria, la alquila para otro tipo de espectáculos como conciertos musicales. De hecho, durante 2018, las plazas de toros de Baleares apostaron por la cultura y no celebraron ni una corrida de toros gracias a la normativa autonómica que aprobaron en 2017 PSOE, Més per Mallorca y Podemos, y que tumbó parcialmente el Constitucional a finales de 2018.

Poca tradición taurina

Antes de la aprobación de la ley autonómica, según las fuentes de la plaza de toros de Palma, el recinto celebraba dos corridas de toros anuales. La Estadística de Asuntos Taurinos del Ministerio de Cultura avala estos datos: en Baleares, en 2016, se celebraron tan solo dos corridas, mientras que en 2017 fueron tres. En total, hubo otros cinco festejos entre rejoneo, festivales y novilladas en 2016 y otros dos en 2017.

La tradición taurina del archipiélago se limita a 28 corridas desde 2007 hasta 2018 y a una media de dos al año, aunque no es la Comunidad Autónoma con menos corridas de toros –en Canarias no ha habido desde 2007–. Sin embargo, Baleares sí que es una de las regiones con menor arraigo taurino: por ejemplo, en Andalucía ha habido 1.414 corridas desde 2007 –una media de 117 al año–, en Madrid 1.097 –91 al año–, en Aragón 294 –25 de promedio– y en Catalunya 63 –una media de 13 al año, entre 2007 y 2011, último año en que se celebró una corrida de toros–.

Defensa del patrimonio cultural 

El Constitucional anuló parcialmente la ley balear de Bienestar Animal, aprobada en 2017, que prohibía la muerte del toro en las corridas. El Gobierno de Mariano Rajoy recurrió la ley y, a finales de 2018, un Constitucional dividido, al darse cuatro votos particulares, determinó que cualquier elemento que desvirtúe las corridas de toros “tradicionales” desvirtúa su carácter de cultura protegida por la ley. 

Fue el propio Partido Popular el que aprobó una norma en 2013 que clasificaba a la tauromaquia como “patrimonio cultural”. Este blindaje permitió al Ejecutivo intervenir en la ley autonómica –aprobada gracias a los votos del PSOE, Podemos, Més y el apoyo parcial de El Pi– ya que el Estado está obligado a preservar y promover el patrimonio.

La ley de “toros a la balear” no vetaba directamente la tauromaquia, pero establecía unas fuertes restricciones, como la prohibición de herir a los animales de ningún modo, y por tanto, del uso de banderillas, rejones o espadas. También se vetaba la venta de alcohol o la entrada de menores en las plazas y limitaba el tiempo a 10 minutos por toro con un máximo de media hora en total.