Este viernes, 20 de octubre, se acaba el plazo dado por la Conferencia Episcopal al bufete Cremades&Calvo Sotelo para que entregue los resultados de su auditoría, tantas veces pospuesta y que ha causado un evidente malestar entre los obispos. Un plazo que no se cumplirá, pues, tal y como ha adelantado El País y ha podido confirmar elDiario.es, el despacho dirigido por Javier Cremades no acatará el ultimátum, y sigue con su idea de entregar el informe completo (más de 2.000 páginas) en diciembre.
¿Qué harán los obispos? “De momento, esperar al viernes”, señalan las fuentes episcopales consultadas, que no descartan denunciar el “incumplimiento del contrato” de Cremades. En el bufete, por su parte, abogan por mantener la independencia y solo asumen que entregarán un resumen ejecutivo para que la Asamblea Plenaria del Episcopado, que se reunirá del 20 al 24 de noviembre próximos, pueda analizarlos.
Como ya adelantó elDiario.es, el informe prevé confirmar miles de acusados y víctimas y proponer el pago de indemnizaciones a través de la creación de un fondo estable de compensación. Lo que es cada vez más probable con estas dilaciones es que el informe de Cremades vea la luz después de la presentación de los datos del informe del Defensor del Pueblo, que según explicaron, no tardará en producirse.
Este mediodía, varias decenas de obispos se reunieron en Añastro, sede de la Conferencia Episcopal, aunque por otro motivo bien distinto: la visita del patriarca de Constantinopla, Bartolomé I. De modo que, añaden las fuentes consultadas, no hubo momento para discutir sobre el 'caso Cremades'. El tema sí se abordó en la reciente Comisión Permanente y también en la más reciente Comisión Ejecutiva, que se reunió –sin la presencia del presidente Omella, en Roma por el Sínodo de la Sinodalidad– y decidió seguir adelante con el ultimátum dado a Cremades, que ya ha facturado, como ha adelantado este periódico, más de un millón de euros por un trabajo que, en principio, iba a ser pro bono.
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