El 9 de abril de 2018, Pablo Casado era un vicesecretario del PP que sonaba como posible recambio para la, entonces tocadísima políticamente, Cristina Cifuentes. El máster con notas retocada de la presidenta de Madrid había arrinconado a la líder popular en la región. Ese día, surgió el caso máster de Casado: había sacado el mismo título que Cifuentes y no recordaba haber acudido siquiera a las clases, según publicaba El País.
10 de abril: el abanico de trabajos
Un día después, el 10 de abril, Pablo Casado quiso atajar de raíz las informaciones y convocó un encuentro con periodistas en la sede del PP en la calle de Génova. De atrezzo, el ahora presidente del partido exhibió un abanico con los trabajos que, según su alegato, le sirvieron para sacar el título. Los periodistas pudieron ver por fuera las carátulas de los trabajos. Nada de hojearlos u ojearlos por dentro.
También admitió que nunca fue a clase y que solo tuvo que sacar cuatro de las 18 asignaturas del programa gracias a las convalidaciones. ¿Quién dirigía el curso y tutorizó a Casado? Enrique Álvarez Conde, el catedrático núcleo del Instituto de Derecho Público de la Rey Juan Carlos: el ecosistema universitario donde, según habían revelado las investigaciones de eldiario.es, se había instaurado un sistema para obtener títulos por la vía fácil a cambio de engordar al propio instituto.
La denuncia de la firma fraudulenta del caso Cifuentes
A finales de abril ocurrió un hecho fortuito, pero crucial: la denuncia que presentó la catedrática de Salamanca Ángela Figueruelo por aparecer su firma, en principio falsificada, en las convalidaciones de Cristina Cifuentes cayó en el juzgado de Instrucción nº 51 de Madrid. Su titular es la jueza Carmen Rodríguez-Medel. Comenzó así la investigación judicial sobre el postgrado de la expresidenta de Madrid.
Porque, en principio, Rodríguez-Medel indaga sobre el curso que afectaba a Cristina Cifuentes: el acta fabricada del TFM, las convalidaciones, los alumnos privilegiados, las presiones sobre las profesoras para aportar una coartada a la que todavía era presidenta... Por el juzgado pasaron los protagonistas del escándalo: Álvarez Conde, Cecilia Rosado, Alicia López de los Mozos.
14 de mayo: la pieza separada para Casado
Rodríguez-Medel también llamó como testigo al director de eldiario.es, Ignacio Escolar, al que la jueza preguntó el 14 de mayo por más cuestiones oscuras en los cursos de este instituto universitario. Tras oírle ese día, Rodríguez-Medel decidió que había que ampliar la instrucción y abrió una pieza separada para la promoción de Pablo Casado. El caso de su máster dio un salto.
Su título de derecho
Mientras la investigación iba acumulando hitos, se conoció el periplo por el que el presidente del PP alcanzó su grado de derecho. Cómo cambio de universidad para recalar en un centro privado adscrito a la Complutense donde obtuvo el título a toda prisa: el 70% de la carrera en dos años y trabajando como asesor del Gobierno de la Comunidad de Madrid. Una de las profesoras ha declarado después que sintió presiones para que Casado sacara la asignatura. La Universidad Complutense concluyó a finales de julio pasado que no había irregularidades. Durante ese tiempo, la instrucción de Rodríguez-Medel estuvo parada porque la magistrada había tomado unas semanas de descanso.
Finales de julio: la investigación se acelera
Pero nada más regresar la jueza a su sede, las cosas se aceleraron. La investigación evidenció que en el curso de Derecho Autonómico al que se apuntó Pablo Casado había casos muy parecidos al suyo. El 27 de julio, Rodríguez-Medel imputó a tres compañeras de promoción: María Mateo Feito, Alida Consuelo Mas Taberner y María Dolores Cancio Álvarez, por presuntos delitos de cohecho impropio y prevariación (los que le achaca indiciariamente en su exposición del Tribunal Supremo). El trío obtuvo 18 convalidaciones, como Casado, y sacó sobresalientes en las cuatro asignaturas restantes, como el político, sin acudir a clase. Una alumna declaró que le dieron el máster sin hacer nada.
6 de agosto, al Supremo
Tras las declaraciones de las alumnas compañeras de Pablo Casado y las comparecencias de los docentes que impartían el máster, la jueza Carmen Rodríguez-Medel ha decidido pedir al Tribunal Supremo que impute al político. Tras dos meses de ir acumulando indicios sobre la manera de obtener y regalar logros universitarios, la siguiente etapa será ver si los magistrados investigan al recién estrenado presidente del Partido Popular.