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ENTREVISTA | Francisco Castejón (Físico Nuclear)

“Nombrarme contrarrestaría 40 años de Consejo de Seguridad con miembros a favor de la energía nuclear”

El pasado 15 de febrero, el Gobierno propuso cuatro nuevos vocales para renovar el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Entre los propuestos estaban la catedrática en física Elvira Romera y la diputada socialista María Pilar Lucio, ambas propuestas por el PSOE, el ingeniero industrial Josep María Serena, propuesto por el PDeCAT y, por último, el físico nuclear Francisco Castejón, propuesto por Podemos.

La polémica saltó nada más conocerse los nombramientos, pero no fue por la falta de formación técnica de María Pilar Lucio, licenciada en Ciencia Políticas y Sociología, sino por la posición política del Director de la Unidad de Teoría de Fusión del CIEMAT, Francisco Castejón, que también es miembro de Ecologistas en Acción y del Movimiento Ibérico Antinuclear.

Parte de las protestas partieron del propio CSN, cuyo presidente saliente, Fernando Martí, que fue secretario de estado de Energía durante el primero mandato de Mariano Rajoy, envió una carta a la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, desaconsejando el nombramiento de Castejón por su activismo antinuclear. La misiva fue criticada tanto por los grupos ecologistas, como por el sindicato de técnicos del consejo, ASTECSN, así como por la Ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que calificó la carta como “una metedura de pata importante” y acusó a Martí de extralimitarse en sus funciones. 

Antes de eso, el Partido Popular había protestado contra la maniobra del Gobierno, acusando a Pedro Sánchez de tratar de colocar a sus afines en el CSN para asegurarse su control tras las elecciones, algo que ya hizo el propio PP en la anterior renovación en 2015, al colocar por decreto a Javier Dies Llovera, un catedrático en Ingeniería Nuclear que había participado en las listas del PP en las elecciones municipales de 2011.

Parece que, como ya sucedió en 2015, la renovación del consejo no está siguiendo los cauces normales 

Esta propuesta no ha sido ordinaria, porque el Partido Popular estaba bloqueando los nuevos nombramientos con la clara intención de llegar más allá de las elecciones y el Gobierno se ha visto obligado a proponer a cuatro candidatos.

La asociación de técnicos del CSN ha criticado en varias ocasiones que esta forma de nombramiento pone en tela de juicio la independencia del organismo ¿qué opina?

Estoy de acuerdo. Creo que el CSN debería estar menos politizado y debería haber un mecanismo de elección que estuviera más basado en las competencias técnicas de los consejeros y no tanto en su simpatía política.

Pero usted ha sido propuesto por un partido político ¿han pesado más sus ideas o sus conocimientos técnicos?

Evidentemente, la búsqueda de un perfil idóneo tiene dos partes: encontrar a una persona con capacitación técnica adecuada y que, además, tenga unas inclinaciones políticas que coincidan con las que tiene el partido correspondiente. Sin embargo, quiero aclarar que yo no soy militante de ningún partido. Sí, tengo unas ideas claras en contra de la producción de energía mediante fisión nuclear, ya lo he dicho mil millones de veces y lo seguiré manteniendo, pero mi candidatura es inobjetable desde el punto de vista de la ley, que pide candidatos independientes con capacitación técnica. De hecho, ninguno de los portavoces de la comisión, incluido el del PP, ha puesto en duda mi capacitación para optar al puesto.

Lo que se pone en duda es su activismo ¿es posible ser antinuclear y estar en el consejo?

El consejo no toma decisiones respecto a la continuidad del parque nuclear, ni sobre proyectos nucleares o instalaciones radiactivas, lo único que hace es evaluar su seguridad y velar por la protección radiológica. Yo he participado en debates con algunos miembros del consejo, en los que yo me mostraba contrario a la energía nuclear y ellos se mostraban a favor ¿por qué yo no puedo ser miembro del consejo y ellos sí? Además, que yo sea contrario a la utilización de la fisión para obtener energía viene a contrarrestar casi 40 años de historia de un CSN cuyos miembros han estado descarada y declaradamente a favor de la energía nuclear.

Algunos medios han asegurado que un antinuclear se había colado en el CSN ¿qué opinión le merece?

Es llamativa la utilización del verbo colarse. Es como si hubiera entrado por la puerta de atrás, cuando yo nunca me he escondido de nada, siempre he dicho que soy antinuclear y mi currículum está disponible públicamente. Sin embargo, yo sí podría haber dicho en multitud de ocasiones “se cuelan trabajadores de la industria nuclear en el Consejo de Seguridad”. Eso sí es colar, porque es bien sabido que el consejo ha tenido en su seno a trabajadores de la industria nuclear que volvieron a sus puestos tras su paso por el consejo. Lo otro es poner un candidato con un perfil ideológico con el que puedes no estar de acuerdo, pero insisto en que ningún grupo político puso objeción alguna a mi idoneidad técnica, solo han criticado mis opiniones, algo que refleja un importante déficit democrático.

Uno de los más críticos ha sido el propio presidente del CSN ¿qué le parece la carta que le envió a la presidenta del Congreso?

Esa carta tiene gravísimos problemas legales y democráticos. En primer lugar, el presidente del Consejo se está atribuyendo una responsabilidad que no le corresponde, ya que quien debe valorar a los candidatos es el parlamento y no el propio consejo. Distinto hubiera sido que escribiera la carta a título personal, porque él es miembro del Partido Popular, al igual que la presidenta del Congreso, pero escribió la carta en calidad de presidente del CSN, utilizando incluso el membrete de la institución. Eso es algo inaceptable y es un ejemplo claro de lo que un organismo independiente no debería hacer.

También hace referencia a sus continuas críticas hacia la labor del CSN

Esto me parece inaudito. ¿Acaso no podemos criticar el funcionamiento de los organismos públicos?¿No se puede criticar al Consejo General del Poder Judicial o al Consejo de Radiotelevisión Española? La crítica no solo forma parte de la democracia, sino que es un aspecto fundamental para el avance de la ciencia y la tecnología. Sin ese pensamiento crítico todavía seguiríamos pensando que la Tierra es el centro del universo. Para mí el trabajo del consejo tiene muchísimo valor y precisamente por eso he criticado algunas de sus actuaciones que, por decirlo suavemente, han sido manifiestamente mejorables.

¿Qué se podría mejorar en el CSN?

Creo que se puede mejorar mucho en transparencia. Hay una queja clamorosa sobre la forma de comunicar del Consejo, con tecnicismos, poca proactividad a la hora de explicar lo que se está haciendo y por qué. La independencia también es clave. Es de dominio público que el Gobierno le pidió al Consejo un informe sobre la central de Garoña que estuvo listo en una semana. Una semana para hacer un informe de esa envergadura no tiene ningún sentido.

Pero España tiene un buen historial de seguridad nuclear.

Los arquitectos tienen un dicho, que es que los edificios tienen una extraña tendencia a no caerse. Pues con la seguridad nuclear pasa lo mismo, da la sensación de que nunca pasa nada, pero uno no se puede acomodar en una actitud tan peligrosa y que puede dar lugar a aumentar el riesgo nuclear. Esa actitud poco crítica fue clave en el accidente de Fukushima. El Instituto Tecnológico de Massachusetts se refirió en su día al consejo de seguridad japonés como un organismo capturado y condescendiente con los poderes públicos. Hay que huir de eso. El Consejo tiene que ser independiente y no puede ser controlado ni por los poderes públicos, ni por la industria.

En los próximos meses el CSN tendrá que manifestarse sobre algunos temas polémicos como la construcción de un almacén de residuos ¿cuál va a ser su posición?

La ministra suspendió la licencia del ATC (Almacén Temporal Centralizado), algo que a mi me pareció apropiado, ya que había sido contestado por los propios técnicos del Consejo. Esta infraestructura venía a resolver un problema urgente de la gestión de residuos, dado que era imprescindible sacar combustible gastado de las piscinas. En estos momentos se están utilizando los ATIs (almacenes temporales individuales), lo que nos da tiempo para discutir cuál es la mejor opción y llegar a un consenso. En este sentido no me puedo pronunciar, ya que puede que sea mejor hacer un ATC y seguir ganando tiempo o mantener los ATIs para adelantar una decisión definitiva sobre el futuro del sector.

¿Y sobre la prolongación de la vida de las centrales?

Lo único que puedo decir a día de hoy es que voy a ser muy exigente con la seguridad. La seguridad cien por cien no existe en ningún ámbito, eso es evidente, pero tenemos que conseguir unos niveles de seguridad aceptables. Cuando lleguen las peticiones de prolongación de funcionamiento de las centrales, habrá que analizar la condición de las instalaciones y pedir las inversiones y los trabajos que sean necesarios para mantener los niveles de seguridad.