Santa Cruz de Tenerife, 28 may (EFE).- La fundadora del Colectivo Caminando Fronteras, Helena Maleno, ha denunciado este viernes que hay menores que se encuentran en hoteles de Tenerife gestionados por una organización social a la espera de las pruebas de la determinación de la edad a quienes solo se les permite salir tres horas al día.
El resto del tiempo estos jóvenes, que tienen además dificultad para acceder a un abogado, se encuentran en los hoteles sin poder salir, ha criticado Maleno, quien ha alertado de que se están vulnerando los derechos de estas personas.
“¿Qué capacidad punitiva tiene una organización social?”, se ha preguntado la activista, quien ha señalado que, según le han comentado los afectados, si no respetan las normas y salen más de tres horas al día pueden ser expulsados de los hoteles y acabar en la calle.
Helena Maleno ha hecho estas declaraciones antes de participar en la segunda jornada del Foro Migrantes de la Fundación CajaCanarias, a la que también asisten el fotoperiodista Javier Bauluz y el consultor especializado en migraciones Charles Autheman, entre otros.
“Es muy preocupante lo que está haciendo Canarias”, ha manifestado Maleno, quien ha lamentado que no solo las instituciones criminalizan a los menores, también la sociedad civil.
Asimismo, ha puesto de relieve que se utilicen de forma perversa los sistemas de identificación de la edad para poder declarar a los menores mayores de edad y expulsarlos.
Sin embargo, hay casos de niñas que han llegado por redes de trata y que decían que eran mayores de edad y no se les hacían las pruebas para protegerlas.
Este “racismo institucional” alimenta el “racismo social”, ha opinado Maleno, quien ha insistido en que España vulnera los derechos de la infancia migrante cada día y de forma sistemática.
En la misma línea, el fotoperiodista Javier Bauluz ha avisado de que los menores migrantes a los que se les limita las salidas a tres horas al día no tienen posibilidad alguna de defensa y si no cumplen con las normas de la organización se quedan “tirados en la calle”.
Bauluz, que ha cubierto durante 25 años temas de migraciones, ha añadido que hay casos de menores, que lo han acreditado con partidas de nacimiento, y las organizaciones no los identifican como tales porque consideran que es “asunto de la policía”.
Al final, estos menores acaban “en la calle”, ha denunciado el fotoperiodista, quien ha opinado que la vulneración de derechos continua por parte de las autoridades da “gasolina y munición a todo el discurso del odio”.
Ha asegurado que el discurso racista ha ido creciendo hasta el punto de que nunca antes había visto manifestaciones de españoles contra inmigrantes, como sucedió en Gran Canaria en 2020.
Cuando salió de una de estas manifestaciones sintió que acababa de fotografiar “el corazón del monstruo”, que es “pobres queriendo echar al mar a otros pobres”.
A esta situación, ha continuado, se ha llegado a base de “mentiras y patrañas” que cuentan con “el patrocinio” de las autoridades.
El consultor especializado en migraciones Charles Autheman ha resaltado la importancia de que los periodistas se formen en migraciones para poder explicar de forma adecuada a la sociedad lo que ocurre.
Ha valorado que en Canarias hay reporteros que denuncian la vulneración de derechos de los migrantes, a diferencia de otros lugares como el cuerno de África, donde hay cayucos que se pierden todos los días y nadie lo sabe porque no hay quien lo cuente.