La Policía Nacional ha detenido a un hombre acusado de haber suministrado una sustancia a su mujer, en fase terminal de esclerosis múltiple, para ayudarle a morir en su domicilio, ha adelantado Cuatro Al Día y ha confirmado a Europa Press fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid. El matrimonio estaba en contacto desde hace 5 años con la Asociación Derecho a Morir Dignamente, y María José había manifestado en varias ocasiones en los medios su deseo de morir.
La detención tuvo lugar este miércoles, cuando los agentes se personaron en un casa ubicada en la calle Federico Carlos Sáinz de Robles, en el distrito de Moncloa-Aravaca. El SUMMA solicitó un indicativo porque en el interior de la vivienda había una mujer fallecida. Al hombre se lo llevó detenido la Brigada de Homicidios y estaba previsto que declarara en sede judicial el viernes. A última hora del jueves ha quedado en libertad con cargos, sin medidas cautelares.
El detenido, según las mismas fuentes, manifestó que le había suministrado una sustancia para provocarle la muerte a su mujer porque se encontraba en fase terminal. Asociación Derecho a Morir Dignamente ha confirmado que la sustancia era Pentobarbital sódico, que produce un coma en 5 minutos y parada cardíaca en 30. Es lo que administran los médicos en países donde está regulada la eutanasia, como Suiza o Bélgica.
La fallecida es de nacionalidad española y nacida en 1957 mientras que el marido, también español, es nacido en 1949. Se encarga de la investigación del caso el Grupo V de Homicidios. Los sanitarios del SUMMA sólo confirmaron el fallecimiento de la mujer, han señalado a Europa Press fuentes de Emergencias 112 Comunidad de Madrid.
En libertad sin medidas cautelares
La magistrada titular del Juzgado de Instrucción nº 36 de Madrid, en función de guardia, ha acordado esta noche su puesta en libertad sin medidas cautelares. Sobre él pesa una imputación inicial de la supuesta comisión de un delito de cooperación al suicidio. Durante su comparecencia judicial ha reconocido los hechos objeto de la investigación.
La magistrada no ha acordado media cautelar alguna, si bien tiene la obligación de acudir al Juzgado tantas veces cuanto sea requerido en el transcurso de la investigación judicial. Esta magistrada, además, se ha inhibido sobre el Juzgado de Instrucción nº 25 de Madrid, dado que es el que se encontraba de guardia cuando se conocieron los hechos y, por tanto, el que ha procedido al levantamiento del cadáver.
“Quiero el final cuanto antes”
Según habían contado en una entrevista en El País en octubre, la mujer, de nombre María José Carrasco, estaba diagnosticada de esclerosis múltiple desde 1989. Durante todo este tiempo, había estado dependiendo de los cuidados de su pareja, Ángel Hernández, que le administraba morfina para ayudarle a calmar los dolores. En una nota remitida desde la Asociación Derecho a Morir Dignamente especifican que en 1994 se le reconoció una discapacidad del 82%, se jubiló como secretaria judicial en 1996, y en 2009 se le reconoció el grado de máxima dependencia. Él se había prejubilado para atenderla y nunca habían recibido una ayuda para una residencia.
María José Carrasco, en esa entrevista en El País, había expresado su deseo de morir: “Quiero el final cuanto antes”. “Lo ideal sería una eutanasia, que se aprobara la ley, pero seguro que en el Congreso habrá alguna iniciativa de la oposición y se retrasa”, recogía ese reportaje. La eutanasia es uno de los proyectos de ley que continuaban en tramitación parlamentaria y que se quedaron en papel mojado con el fin de la legislatura.
El hombre, antes de suministrarle la sustancia, había grabado un vídeo, que han difundido primero Cuatro y Telecinco, en el que la mujer decía que seguía teniendo claro que quería el suicidio y declaraba que “cuanto antes mejor”. En el vídeo, que se corta antes de que se produzca el fallecimiento, se ve cómo él le facilita el líquido al que ella en sus condiciones no puede acceder por sí sola. Derecho a Morir Dignamente ha facilitado un segundo vídeo, del martes, en el que ella expresa su voluntad de morir al día siguiente.
“Que la eutanasia sea considerada un derecho”
Ángel Hernández había dejado escrita una carta el pasado 10 de marzo que ha difundido a los medios de comunicación Derecho a Morir Dignamente. En ella expresa que “los cuidados paliativos y de buena calidad como los que ha recibido María José deben ser un derecho de todos aquellos que los necesiten y demanden, pero también tiene que existir el derecho al suicidio asistido cuando una persona como María José así lo pida”.
Los cuidados paliativos, defiende en la misiva, “no son una alternativa a la eutanasia, los dos deben coexistir, y por libre elección decidir por uno de ellos”. “Somos defensores de que la eutanasia sea considerada como un derecho de libre elección de toda persona que arrastre una enfermedad irreversible en la que le produzca una existencia de dependencia y sufrimiento que no desea”, añade.
“Es evidente que el deseo de María José a fin de que se cumpla necesita que se le ayude, por su incapacidad a realizarlo por ella misma, y como es una constante en ella demandar ese auxilio no habrá más remedio que proporcionarle esa ayuda para que su deseo se cumpla”, explicaba ante las posibles dudas que pudieran aparecer.
Deja claro que “si el trato por parte de la Comunidad de Madrid hubiera sido distinto –como era su obligación– al que recibimos, eso no nos hubiera hecho cambiar nuestro posicionamiento respecto a lo que pensamos sobre la eutanasia. Somos defensores de que la eutanasia sea considerada como un derecho de libre elección de toda persona que arrastre una enfermedad irreversible en la que le produzca una existencia de dependencia y sufrimiento que no desea”.
Por último, prefiere no calificar el “comportamiento de los negacionistas de la existencia de este problema”, ni de los que han bloqueado en la Mesa del Congreso, sin mencionar partidos, en la legislatura pasada, la Proposición de Ley Orgánica de regulación de la eutanasia iniciativa del PSOE. Pero sí espera que sean “conscientes del dolor que ocasionan” a todos aquellos que, “como María José y su familia, sufren por su actitud”.