La huelga de profesores en Baleares cumple este jueves su novena jornada. Un bloqueo del inicio del curso escolar sin precedentes que cuenta con el apoyo de la mayor parte de las familias de los alumnos. Los padres y madres que tiene más disponibilidad se organizan para quedar al cargo de los niños y niñas más pequeños. Una vez abierta la vía para el acercamiento, el objetivo es que los paros no se detengan hasta conseguir una negociación que satisfaga a Gobierno y sindicatos.
Rossana es madre de dos niñas de 7 y 3 años y ejerce como profesora en el instituto Santa María de Ibiza. Sus hijas no han asistido a clase desde que se iniciaron los paros y ella tampoco. Pepita es la presidenta del AMPA (Asociación de Padres y Madres de Alumnos) del colegio L'Urgell, centro al que acuden las hijas de Rossana. En pleno proceso de negociación con el Govern balear, ambas cuentan a eldiario.es cómo están viviendo esta huelga indefinida.
¿Cómo está enfrentando este inicio de curso de “aulas vacías”?
Rossana: Lo estoy viviendo como algo muy cansado, pero emocionante. Aunque no acudimos a nuestro puesto de trabajo, estamos dedicando muchas horas a esta lucha. Organizamos reuniones con padres y madres, sindicatos y profesores todos los días. Mantenemos a todos informados de cómo evoluciona la huelga y hacemos recuentos diarios del seguimiento. Además, salir a la calle y recibir el apoyo de la gente es muy reconfortante. Ir al supermercado, a la farmacia, a la gasolinera y cruzarte con personas que llevan la camiseta verde es impresionante. Vamos todos a una y creo que estamos dando ejemplo. Esto no es un capricho de 9.000 docentes ni tampoco una cuestión política.
Pepita: Estamos afrontando el comienzo del curso con preocupación. Desde las Asociaciones de Padres y Madres hemos dado nuestro apoyo a la huelga porque las motivaciones coinciden con las demandas que desde hace tiempo estamos trasladando a la Consellería de Educación. Queremos que la situación se resuelva cuanto antes y para eso es necesario un debate serio sobre todas las cuestiones que se plantean.
La solidaridad de padres y madres de alumnos con los profesores en huelga no tiene precedentes, ¿cómo valora este respaldo?
Rossana: El movimiento de padres es cada vez más activo. Algunas AMPAS se reúnen por municipios y someten las propuestas a votación. Todas las decisiones se toman por consenso. Ellos nos están dando la fuerza, una moral impresionante para seguir adelante. Es emocionante. Yo lucho como profesora, pero también como madre.
Pepita: Por primera vez se ha despertado una conciencia generalizada de preocupación. Es el despertar de la ciudadanía que se solidariza para mostrar su rechazo a que el Gobierno imponga criterios con sesgos ideológicos basándose en la legitimidad que le dan las urnas. La educación pública es de todos.
¿Cómo se organizan para mantener los paros de una forma tan continuada?
Rossana: Hemos creado grupos de trabajo en casi todos los centros. Buscamos aulas donde los niños y niñas puedan hacer actividades didácticas e intentamos organizarnos para que no estén desatendidos. También somos conscientes de que es cansado para ellos acudir a las reuniones diarias. No obstante, hay muchos niños y niñas que se dan cuenta de lo que está ocurriendo y quieren colaborar. Por ejemplo, mi hija de siete años ha decidido hoy hacer una pancarta para llevarla a la próxima manifestación.
Pepita: Creo que hemos sido muy afortunados. En Ibiza, donde yo vivo, hay un tejido familiar muy importante que evita que los niños queden desatendidos. Las familias que no tienen más remedio llevan a sus hijos al colegio donde gracias a los amplios servicios mínimos pueden quedarse sin problemas. Algunos incluso acuden con las camisetas verdes para mostrar el apoyo a la huelga. Existe mucha colaboración, no solo familiar sino también entre padres y madres de alumnos, que se van turnando para quedar al cuidado de varios niños. Desde las Asociaciones de Padres y Madres, por otra parte, estamos haciendo asambleas casi todos los días con una intención clara: que los padres compartan sus propuestas. Antes del inicio de los paros, también hemos convocado reuniones para mantenerlos informados de la situación.
La diputada del PP en el parlamento regional Ana María Aguiló advirtió el miércoles a través de un mensaje en Twitter de que el Tribunal de Menores podría actuar contra los padres que secundan la huelga indefinida. ¿Cuál es a su parecer el motivo de esta declaración?
Rossana: Con esas declaraciones no hace más que intentar meter miedo a las familias. Es una forma de presionar. Además, me parece inaceptable que se compare una huelga con el gravísimo problema del absentismo escolar.
Pepita: El objetivo de este mensaje es claramente sembrar el temor entre los padres y madres. Hay mucha crispación y estas afirmaciones no tienen ningún fundamento.
El Govern ha hecho su primera cesión y volverá a negociar con los sindicatos, ¿qué cree que va a ocurrir en este tercer acercamiento?
Rossana: Un acercamiento para el diálogo es siempre una buena noticia. Sin embargo, no creo que vaya a salir todo perfecto. Serán necesarias más reuniones para conseguir acercar posiciones y llegar a un acuerdo entre las partes. Ahora, no obstante, nos mostramos más optimistas. Hemos conocido que se ha levantado el “castigo” a los tres directores de Menorca a los que se abrió expediente por remitir un escrito al Consell mostrando su desacuerdo de integrar en sus centros el Tratamiento Integral del Lenguas (TIL). Además, el Gobierno regional ha dado un primer paso que valoramos: que el TIL se implante en Secundaria a voluntad de los centros. Por el momento no hay mención alguna a Infantil y Primaria, pero nosotros defendemos que, de seguir adelante el decreto, la implantación del nuevo sistema lingüístico sea progresiva y que, por supuesto, se tenga en cuenta la necesaria formación del profesorado y el apoyo por parte de docentes nativos.
Pepita: Afrontamos las negociaciones con cautela y también con la ilusión de volver a la normalidad cuanto antes. Pero no a cualquier precio. Estamos seguros de que el Gobierno ha claudicado ante una enorme presión social, algo que no era su intención inicialmente. Por eso, creo que van a ir a negociar unos mínimos que quizá no sean suficientes para el gran sacrificio que están haciendo los docentes.
¿Hasta cuándo están dispuestos a aguantar?
Rossana: Aguantaremos hasta el final. Es decir, hasta que todas las partes lleguemos a un acuerdo a través del diálogo que sea coherente con todas nuestras propuestas. La TIL no es más que la gota que ha colmado el vaso. Desde hace dos años, estamos sufriendo unos recortes brutales. Nos faltan profesores en los centros, especialmente para el apoyo de alumnos y alumnas con necesidades educativas especiales. Las ratios tambien han aumentado. Yo estoy teniendo clases que llegan a los 28 alumnos. Así es imposible poder atenderlos a todos.
Pepita: Hay profesores que están dispuestos a aguantar por mucho tiempo si es necesario. Aunque la crisis no les es ajena, hay una intención muy clara de resistencia, pero también la confianza de que el desenlace sea rápido.