La violencia de género es una “epidemia silenciosa”. Es la conclusión de la Agencia Europea de Derechos Fundamentales sobre los datos que arroja una macroencuesta elaborada entre septiembre de 2020 y marzo de 2024 a partir de entrevistas a más de 114.000 mujeres en todo el continente: cerca de un tercio de las europeas (30,7%) ha sufrido violencia de género, incluyendo violencia psicológica, física, amenazas y sexual. El porcentaje es bastante similar en el caso de la violencia perpetrada por parejas o exparejas: un 31,8% de las mujeres la ha sufrido a lo largo de su vida. Una de cada seis mujeres (el 17 %) ha sido víctima de violencia sexual (incluyendo violaciones u otros actos degradantes).
La encuesta elaborada por la oficina estadística europea Eurostat muestra una gran diferencia entre países y sitúa a España ligeramente por debajo de la media (28,2%). Finlandia (57,1%) y Suecia (52,5%) tienen las tasas más elevadas de violencia, junto con algunos países del este, como Hungría (49,1%) y Rumanía (42,2%). Según las impulsoras del sondeo, existen múltiples causas para esas diferencias pero en el caso de la “paradoja escandinava” apuntan a que el mayor avance en políticas de igualdad hace que se “pueda hablar sobre violenca sin ser culpadas o que sea una vergüenza”.
Y es que más de un tercio de las víctimas ni siquiera hablan de ello (el 64% sí lo comparte con amigos o personas de su entorno). Y las cifras de denuncias ante la policía o los servicios sociales: sólo una de cada cuatro contacta oficialmente a la policía o las autoridades y sólo una de cada cinco se ha puesto en contacto con servicios de salud tras el incidente.
“Algunas mujeres creen que no es seguro, no confían en las autoridades o consideran que no las van a tomar en serio”, explica Sirpa Rautio, directora de la Agencia de los Derechos Fundamentales (FRA, por sus siglas en inglés), que también apunta a la “vergüenza” como un factor que contribuye al silencio.
“Tenemos que trabajar en muchos frentes: la prevención, un mejor apoyo, asegurar que son tratadas con dignidad y respeto, que se las toma en serio y sin retraso”, agrega Rautio, que también apunta a la necesidad de mejorar a los servicios que están en “primera línea” con formación para sus trabajadores o medios, entre otras cosas.
Por edades, el mayor porcentaje de mujeres que declara haber sufrido violencia son las más jóvenes: el 25,6% de las que se encuentran en la franja de 18 a 29 años; el 23,1% de las que tienen entre 30 y 44; el 18,8% de las que están entre los 45 y 64; y el 13,1% a partir de los 65.
Un 30,8% de las europeas también declara haber sufrido acoso laboral a lo largo de su vida. De nuevo en este caso España está ligeramente por debajo de la media (28,2%) mientras que Suecia (55,4%) o Finlandia (53,7%) vuelven a estar a la cabeza junto a algunos páises del este, como Eslovaquia (53%).
“La situación se está volviendo peor. No vemos mucho progreso en comparación con la encuesta de 2014”, alerta Carlien Scheele, directora del Instituto Europeo de la Mujer, que considera que es “muy preocupante”. Entre las explicaciones que da respecto al empeoramiento está “el alto incremento de las narrativas anti-género” y también ve una “señal” en los mensajes en las redes sociales en los que “se habla de las mujeres como una posesión”.
La directora de la FRA reconoce que hay un “amplio” abanico de medidas para combatir la violencia de género, como la ratificación del Convenio de Estambul y las directivas europeas, pero considera que hace falta llevar a cabo una mayor “implementación” de esas políticas para que se vean los resultados.