En 2020 murieron 492.930 personas. Es la cifra más alta del último siglo, solo superada por 1920, cuando la gripe española acabó con 494.540 vidas. Los datos pertenecen al informe definitivo de indicadores demográficos del Instituto Nacional de Estadística (INE) para 2020, en el que la pandemia provocó un 17,7% más de defunciones (74.227) que en 2019. Son aproximadamente 5.000 muertes más que las registradas en el peor año de la Guerra Civil: 1938. También es cierto que el impacto poblacional es menor (1,04%), porque entonces había mucha menos gente censada en España.
En cuanto a meses, los mayores aumentos se dieron en marzo y abril de 2020, a comienzos de la pandemia de COVID-19, que representaron un 56,8% y un 78,2% respecto al mismo momento del año anterior. El informe del INE también hace hincapié en la segunda ola, justo después del verano, cuando el número de muertes se incrementó un 21% en octubre y un 21,6% en noviembre respecto a 2019.
El rango de edad más azotado en comparación al año anterior es el de 75 a 79 años, tanto en hombres (25% más de muertes) como en mujeres (22,4% más). Rondan también un exceso de defunciones del 20% los grupos etarios más mayores, de 85 años para arriba, lo que coincide con las personas más vulnerables frente al coronavirus, sobre todo durante la primera y la tercera ola. De hecho, comparados con los datos desde 2015, los octogenarios han sido los más castigados en el año de la pandemia.
En cuanto a la tasa de mortalidad infantil, esta aumentó una centésima 2020 y se situó en 2,66 defunciones por cada 1.000 nacidos vivos.
En el año 2000, fallecieron 360.391 personas, casi 140.000 menos que este año. Y geográficamente, las muertes han aumentado en todas las comunidades autónomas. Hemos calculado el exceso de mortalidad al comparar los fallecidos en 2020 con la media de muertes entre 2015 y 2019. En esos cinco años se registraron en España tasas de mortalidad alrededor de 9 fallecidos por cada 100.000 habitantes. Esta media está ponderada por el tamaño de la población residente en cada año. Así, las que presentan un mayor aumento son Madrid (37,8%), Castilla-La Mancha (30,6%), Castilla y León (26,8%) y Catalunya (19,2%).
Respecto a capitales de provincia, encabezan la lista Segovia, Albacete, Guadalajara, Salamanca, Cáceres, Ciudad Real, Cuenca, Soria y Madrid, todas entre un 40 y un 60% más de mortalidad comparado con la media desde 2015.
La esperanza de vida también ha sufrido los estragos del virus. En 2020 disminuyó 1,24 años y se situó a los 82,34, el punto más bajo desde 2012. Por último, la natalidad ha descendido un 30,3% desde 2010 y un 5,9% respecto a 2019. En 2020 se registraron 339.206 nacimientos en España, 21.411 menos que el año anterior. La tendencia a la baja de la última década solo ha sido interrumpida en 2014, cuando se registraron unos 2.000 nacimientos nuevos respecto a 2013.