España ha sobrepasado este martes la barrera de los 85.000 fallecidos desde el comienzo de la pandemia, después de sumar 138 decesos en las últimas 24 horas. España rebasa esta cifra en medio del descenso de la curva de muertes de esta quinta ola, que ha sido menos letal que las anteriores, a pesar de que los contagios sí han alcanzado niveles de riesgo extremo. En los últimos siete días, el número de fallecidos notificados ha descendido un 10,7%.
Mientras tanto, el Ministerio de Sanidad ha informado de 5.246 contagios, un descenso con respecto al viernes, cuando se registraron 6.311 nuevos casos, y la menor cifra diaria desde finales de junio, toda vez que la curva de contagios lleva más de un mes en descenso. En total, desde el inicio de la pandemia se han contagiado 4.892.640 personas de COVID-19.
Las comunidades que anotan mayor cifra de nuevos contagios son Catalunya, que suma 2.306 (si bien no actualizó sus datos este lunes y suma los acumulados desde el viernes); Madrid, que añade 693; y la Comunitat Valenciana, que notifica 358.
La tasa de incidencia a 14 días ha caído otros 16 puntos y se sitúa ya en los 160,73 casos por cada 100.000 habitantes. Aunque el ritmo de caída se ha desacelerado ligeramente en las últimas semanas, la incidencia acumula una bajada ininterrumpida desde finales de agosto y se acerca ya al umbral de los 150 casos, que marcan el nivel de riesgo medio de contagio.
Todas las comunidades registran este martes bajadas en sus datos de incidencia. Los jóvenes continúan también en senda descendente: el grupo de 20 a 29 pasa de 220 casos a 202,44 y el de 12 a 19 cae de los 296 hasta los 269 casos por cada 100.000 habitantes. Esta reducción de la incidencia en los grupos más jóvenes coincide con el avance de la vacunación. Un 75% de la población de ambos grupos etarios ha recibido ya al menos una primera dosis.
Mientras tanto, la presión hospitalaria sigue relajándose a nivel nacional. Este martes la ocupación de las UCI con enfermos de COVID cae ya por debajo del 15% (14,74), con 1.349 pacientes, y los hospitalizados en camas convencionales bajan de 5.776 el lunes a 5.584 hoy, lo que representa una ocupación del 4,72%.
Las comunidades autónomas han administrado al menos la primera dosis de la vacuna contra la COVID-19 a cerca de 36,9 millones de personas, un 77,7% de la población. Además, 34,4 millones tienen la pauta completa necesaria para obtener la máxima inmunidad, un 72,5% de los habitantes.
Tras las 194.815dosis puestas en las últimas 24 horas, España ha administrado un total de 67,4 millones de vacunas desde el inicio de la campaña, en diciembre de 2020.
Por grupos de edad, un 92,6% de los mayores de 40 años ha recibido ya la máxima inmunidad y un 94,4% tiene al menos la primera dosis. Todos los grupos etarios por encima de los 50 años tienen cotas de vacunación por encima del 90%, mientras que un 86,7% el grupo de 40 a 49 tiene al menos un primer pinchazo y un 84,3% está completamente vacunado.
El primer curso escolar presencial arranca entre protestas por el recorte de miles de docentes y la falta de distancias
Esta semana arranca el primer curso escolar presencial desde el estallido de la pandemia en marzo de 2020. Ocho millones de alumnos vuelven a las aulas de forma escalonada durante el mes de septiembre. Murcia y La Rioja tomaron la delantera el lunes; le siguen Madrid y Cantabria este martes, aunque Catalunya, por ejemplo, no iniciará el curso hasta la próxima semana. Las clases empiezan salpicadas de protestas por la recuperación de las ratios prepandémicas y el recorte de miles de profesores de refuerzo –hasta 17.000, según los cálculos del sindicato CSIF– incorporados el curso pasado para crear grupos más pequeños y garantizar la distancia entre el alumnado.
Las clases serán lo más parecidas al mundo previo al coronavirus que hemos vivido hasta ahora. Aunque el Ministerio de Educación y las comunidades autónomas acordaron unas medidas mínimas en agosto (mascarilla, distancia, accesos escalonados...), en regiones como Madrid los docentes denuncian que la vuelta al número máximo de alumnos por aula (25 en Primaria, 30 en Secundaria y 35 en Bachillerato) en régimen 100% presencial no permite garantizar la separación mínima obligatoria. Esta distancia se relajó tras la última Conferencia Interterritorial de Educación, que reúne a Gobierno y comunidades autónomas, de 1,5 a 1,2 metros.