La inmensa mayoría de mujeres en España (un 90%) acceden a métodos anticonceptivos cuando así lo requieren. El estudio internacional sobre contracepción más ambicioso hasta la fecha muestra el cambio que ha vivido nuestro país en los últimos cuarenta años: si en 1979, alrededor de un 23% de mujeres en edad reproductiva que así lo deseaban accedían a una anticoncepción adecuada con métodos modernos, en 2019 esa cifra escaló hasta el 57%. La investigación, publicada este viernes en la revista The Lancet y que incluye datos de 204 países y territorios, permite ver también la particularidad de nuestro país en cuanto a contracepción se refiere. España es el país europeo –también el país desarrollado– donde más mujeres usan el preservativo como método de referencia y donde menos utilizan la píldora.
El estudio está basado en cientos de encuestas de población hechas a mujeres entre 15 y 49 años y ha calculado la tasa de prevalencia de la anticoncepción general, pero también la prevalencia de métodos modernos en cada país, y calcula qué parte de la demanda de contracepción está satisfecha. Por último, compara los resultados de 1979 y 2019 para dar idea de cómo ha evolucionado la anticoncepción en el mundo. Esas encuestas han tenido en cuenta, entre otros factores, las tasas de fecundidad, el deseo de tener hijos en el futuro, la amenorrea postparto, la búsqueda actual de un embarazo o de un embarazo previo, y los métodos utilizados por las mujeres o sus parejas.
La tasa de prevalencia de contracepción es la proporción de mujeres en edad reproductiva (entre 15 y 49 años) que están utilizando –ella o su pareja sexual– al menos un método anticonceptivo. En España, esa tasa era del 57% en 2019, 22 puntos más que en 1970. Tiene en cuenta el uso tanto de métodos moderno como de otros tradicionales, no muy fiables, como los que se basan en el ciclo menstrual y el cálculo de los días fértiles, la marcha atrás, abstinencia periódica, duchas, o la amenorrea durante la lactancia.
Por otro lado, la tasa de prevalencia de contracepción moderna mide la proporción de mujeres en este periodo vital que utiliza métodos anticonceptivos modernos, como la píldora anticonceptiva, diafragmas, DIU, implantes, inyecciones, parches y anillos, píldoras de emergencia, vasectomías y ligaduras de trompa. Esa tasa es del 57%, 27,5 puntos más que en 1970.
Las cifras sitúan a España por encima de la media en ambas tasas, la de prevalencia y también en la tasa de anticoncepción cubierta. Los datos, no obstante, oscilan mucho entre unos países y otros: si en Noruega la tasa de anticoncepción moderna escala hasta el 88%, en Sudán del Sur es del 2%. Por eso, la investigación agrupa a los países según su desarrollo económico y social y zona geográfica, y ahí, los registros de España están más en línea con los datos de los estados con un desarrollo medio que con los países de ingresos y desarrollo alto.
“Desconocimiento sobre los anticonceptivos”
España es, junto a Portugal, el país de Europa occidental con la tasa de prevalencia de anticoncepción moderna más baja. La media para esta zona geográfica es del 68%. El 57% de España queda lejos del casi 77% de Francia, del 71% de Suecia, del 81% de Bélgica o del 75,% de Dinamarca. Si bien la demanda satisfecha de contracepción es alta en España (el 90%), la inmensa mayoría de países europeos superan esa cifra.
Hay muchos mitos, sobre todo respecto a las hormonas, los efectos secundarios, la esterilidad... Hay una falta de educación sexual y de acceso a buena información
La particularidad de España tiene también que ver con los métodos anticonceptivos más utilizados. La tendencia, tanto en Europa occidental como en general en los países de ingresos altos, es que la píldora anticonceptiva es el medio más utilizado, seguido bien de los preservativos, bien de la ligadura de trompas. En España, sin embargo, esta tendencia se invierte. El 52% de las mujeres en nuestro país tienen como referencia el condón como método anticonceptivo, seguido de la píldora, con el 23%. El resto de métodos se utilizan mucho menos: el DIU, en un 10% de los casos; la vasectomía, en un 5,6%; la ligadura de trompas, en un 2,9%; las inyecciones las usan un 0,7% de las mujeres en edad reproductiva; y los implantes, un 0,4%.
La portavoz de la Federación de Planificación Familiar, Raquel Hurtado, asegura que estos datos tienen que ver con un “enorme desconocimiento” sobre algunos métodos anticonceptivos. “Hay muchos mitos, sobre todo respecto a las hormonas, los efectos secundarios, la esterilidad... Hay una falta de educación sexual y de acceso a buena información”, explica. Hurtado crítica el déficit de información oficial de calidad y accesible que sirva para contrastar mitos y bulos. Señala también las diferencias entre comunidades autónomas a la hora de financiar y acceder a anticonceptivos de última generación. La atención primaria no tiene formación específica en salud sexual y reproductiva, apunta, y muchas comunidades no invierten en formar a sus profesionales para que puedan recomendar a sus pacientes otros métodos. “Al final mucha gente no sabe a dónde tiene que acudir, si a su médico de atención primaria, a un especialista, a un centro concreto... Hay muchas mujeres que no conocen que existen los implantes o los parches y si no los conocen va a ser muy difícil que los usen”.
Tanto el DIU como los implantes y las inyecciones son métodos más frecuentes es nuestro entorno. En Francia, por ejemplo, el 54% de mujeres acuden a la píldora, el 18% al DIU, el 7,2%, a la ligadura de trompas, y las inyecciones y los implantes llegan a casi el 3% de las mujeres, respectivamente. Solo el 11% de las mujeres francesas tienen como método de referencia el condón. Lo mismo sucede en Alemania, con un 17%, o en Italia, con el 18%. En otros países europeos, la diferencia entre el uso del preservativo y de la píldora no es tan grande (aunque siempre se acude más a esta última), pero el uso del DIU o de las inyecciones es también mayor.
En cualquier caso, Hurtado considera que una tasa de uso de condón elevada siempre es una buena noticia. “El condón tiene algo que los otros métodos no y es que previene las infecciones. Luego, más allá del dato de uso de preservativo hay que ver si se está utilizando correctamente. En general todo el mundo sabe ponerse bien un condón, pero estamos hablando de si se utiliza o no desde el inicio de la relación, de si se sabe negociar su uso...”. En cualquier caso, la portavoz de la Federación de Planificación Familiar cree que una combinación de buena información y y acceso a anticonceptivos de última generación mejora la capacidad de elegir de las mujeres y de escoger un método que se adapte mejor a sus circunstancias en cada momento de su vida.
Las mujeres más jóvenes, con menos acceso
Los resultados generales señalan un avance muy relevante de la anticoncepción en los últimos 40 años, aunque con diferencias significativas entre zonas del mundo y países. En 2019, 160 millones de adolescentes y mujeres en todo el mundo que querían evitar un embarazo no accedieron a métodos anticonceptivos. Más de la mitad de estas mujeres se concentran en el África subsahariana y en el sur de Asia. Son las mujeres más jóvenes, de entre 15 y 24 años, las que más necesidades tienen sin cubrir. La carencia en este grupo de edad, advierte la investigación, es especialmente preocupante porque los embarazos no intencionados antes de los 25 años tienden a disminuir la presencia de las chicas jóvenes de los sistemas educativos y a reducir mucho sus oportunidades laborales y económicas a medio y largo plazo.
La investigación señala que el acceso a la anticoncepción está estrechamente ligado al empoderamiento social y económico de las mujeres y a la mejora de la salud. Está también relacionada con la reducción de la mortalidad materna y neonatal y con la prevención de embarazos no intencionados. Permitir la planificación familiar y el acceso a métodos contraceptivos favorece, además, que las adolescentes y las mujeres jóvenes se mantengan en el sistema educativo y tengas más oportunidades económicas.
Entre 1970 y 2019 la tasa de acceso a anticoncepción moderna ha crecido 20 puntos porcentuales en todo el mundo. En este periodo de tiempo, el uso de métodos tradicionales ha decaído mientras que ha crecido el uso de implantes, inyecciones, esterilizaciones y condones. También la utilización de métodos depende de la edad y la geografía. Por ejemplo, el porcentaje de esterilizaciones femeninas crece con la edad y es el método más utilizado en el sur de Asia. Las mujeres jóvenes tienden a utilizar más el condón y la píldora que otro tipo de métodos.
La investigación también pone el foco en la variedad de métodos usados en cada lugar: que solo un método sea el utilizado por gran parte de las mujeres de un país puede indicar que las políticas de planificación familiar no promueven lo suficiente otras medidas o no invierten lo necesario. Por ejemplo, en 28 países, más de la mitad de las mujeres utilizaban el mismo método.