“Para un académico, la mayor estafa que hay es copiar. Como si un policía ayudara a salir de la cárcel a un ladrón. Debe dimitir”. Víctor Guzmán, presidente de la asociación de estudiantes Rise Up, que aglutina alumnos y exalumnos de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (pública), valora con este símil la situación que se está dando en su centro por el plagio cometido por su rector, Fernando Suárez, quien copió el 68% de un artículo que publicó en 2006.
Quieren que el rector dimita. “Lo mínimo es que dé unas explicaciones medianamente creíbles”, explica Guzman. “Lo único que ha dicho hasta ahora es que citó al autor, pero lo hizo una vez y copió la mayoría del artículo. No ha transcrito ni se ha inspirado”, argumenta. Como saben que no tienen posibilidad de interpelar al rector (según explican es poco accesible) directamente, han colgado una petición en change.org para visibilizar el descontento estudiantil.
Para los estudiantes resulta especialmente sangrante la falta cometida por el ámbito donde se produce y el tratamiento que la universidad da a quienes copian. “Nos dicen que no podemos copiar, son muy estrictos con que estamos en la universidad y debemos presentar trabajos académicos, aprender a citar bien”, se indigna Guzmán.
“A un alumno no le dan el título”
“A un alumno por copiar en el TFG (Trabajo de Final de Grado) directamente no le dan el título. Si te pillan copiando en un examen por supuesto que suspendes”, compara Guzmán. Para más inri, justo este curso la universidad ha instalado un sistema informático antiplagio que examina los trabajos que se suben a la plataforma virtual y detecta si se ha copiado o incluso si se han metido frases de otros autores sin citar.
Sin perder la esperanza del todo, los estudiantes son conscientes de que es complicado que su petición prospere. “Hay una sensación de impunidad con este rector”, cuenta Guzmán. “Hay unas grabaciones, colgadas en internet, en las que amenaza a otro profesor”. Nunca pasó nada. “Pero tengo la sensación de que esto va a tener más trascendencia, es un tema que provoca bastante resquemor”, aventura. Además, recuerda, este curso hay elecciones a rector. Aunque Suárez no ha hecho público si va a presentarse o no, todos dan por hecho que lo hará, y desde Rise Up esperan que al menos a raíz de esta situación se lo piense.
El último movimiento estudiantil en este sentido sí que dio sus frutos. Cuando el vicepresidente económico del Gobierno Rodrigo Rato fue imputado por el caso de las tarjetas black hicieron campaña para que le fuera retirado. También algunos profesores llevaron el tema al Consejo de Gobierno. A la universidad le costó. Dejó estar el tema durante meses mientras, decían, investigaban si era posible revocar la concesión. Al final acabó haciéndolo ante la presión que sufría.