Preocupados por su futuro, víctimas de las mentiras de Cristina Cifuentes y olvidados por la Universidad. Así se sienten los alumnos y las alumnas de la Universidad Rey Juan Carlos. Es lo que repiten desde Res Pública, Cariátides y el Concejo de Estudiantes Independiente, las tres asociaciones que han convocado una concentración este lunes en el campus de Vicálvaro para exigir la dimisión de Cristina Cifuentes por obtener un máster con notas falsificadas y pedir que la universidad depure responsabilidades.
Casi tres semanas después de que eldiario.es publicase la primera información, la presidenta de la Comunidad de Madrid sigue sin dimitir: “Cifuentes está intentando salvarse a costa de la reputación de la URJC y el futuro de sus alumnos”, sostiene un estudiante de Ciencias Políticas. “Mientras a personajes públicos como ella le regalan títulos, a nosotros nos cuesta mucho dinero y esfuerzo conseguir un graduado”, afirma Celia, miembro del Concejo de Estudiantes Independiente.
Pero no solo están preocupados por la corrupción que pueda existir en la institución, sino por su futuro laboral. Luis, miembro de Res Pública y delegado de la Facultad de Jurídicas y Sociales, traslada el miedo que tienen los estudiantes de que les infravaloren por el hecho de que sus títulos sean de la URJC. Celia ya ha podido vivirlo. Actualmente está buscando prácticas y en las últimas semanas ya ha tenido que escuchar como en alguna entrevista, al ver su currículum, le han espetado: “Ah, ¿eres de la Universidad de Cifuentes?”.
La premisa de la concentración es clara: piden una universidad de la que puedan sentirse orgullosos y, para ello, exigen la dimisión de la presidenta de la Comunidad de Madrid y que la URJC, con el rector Javier Ramos al mando, asuma y depure las responsabiliades necesarias. Así, según adelantan miembros de las asociaciones convocantes, los estudiantes pedirán que la universidad le retire el título a Cifuentes.
La lucha de los alumnos y las alumnas por que se reconozca su esfuerzo no parte de esta concentración. De hecho, fueron los estudiantes los que, a través de varias asociaciones, tomaron la iniciativa de denunciar ante la Fiscalía la falsificación del máster de la presidenta de la Comunidad de Madrid, solo un día después de que eldiario.es publicase la información y más de dos semanas antes de que Javier Ramos hiciese lo propio este viernes 6 de abril.
Por su parte, el Consejo de Estudiantes también pide la dimisión de Cifuentes, insta a Ramos a llegar hasta el final para depurar responsabilidades y pide a los profesores y personalidades implicados que den explicaciones “claras y reales”. Así, propone que un órgano interno de la Universidad formado por expertos, alumnos, personal administrativo y docentes, vigile si lo que ha ocurrido con Cifuentes ha podido suceder con otros casos.
Además del máster falso de la líder del Partido Popular de Madrid, en los últimos dos años los alumnos y alumnas de la Universidad Rey Juan Carlos han tenido que ver cómo su entonces rector, Fernando Suárez Bilbao, dejaba la institución después de haberse desvelado que plagió el libro de un catedrático, entre varios textos, así como la contratación irregular como profesora visitante de Margarita Cifuentes, hermana de Cristina Cifuentes.
Silencio desde la Universidad y desconfianza en el rector
Desde que eldiario.es publicó la primera información sobre el máster falsificado de Cifuentes han tenido que pasar diecisiete días para que los alumnos recibiesen las primeras explicaciones por parte del rectorado de la Universidad. En un correo electrónico, Javier Ramos defiende la gestión realizada por la institución desde el 21 de marzo, con sus “aciertos y equivocaciones”. “Lo hemos hecho desde la rectitud y la honradez, sin ningún otro objetivo que conocer la verdad y defender a nuestra universidad”, sostiene Ramos. Al email adjunta la declaración que ese mismo viernes 6 de abril realizó ante los medios de comunicación y en la que confirmó que el acta de la supuesta defensa del TFM de Cifuentes no existe: “no se puede confirmar que dicha defensa haya tenido lugar”.
“El silencio ha sido total, nos hemos enterado de la investigación interna de la URJC y de todo lo relativo al caso por la prensa”, afirma un delegado de grado de la Universidad que prefiere permanecer en el anonimato. “No nos han informado de nada, como si no fuésemos parte de la Universidad”, sostiene otro alumno.
La falta de transparencia por parte del rectorado que acusan las tres asociaciones que han convocado la concentración de este lunes se ha traducido en desconfianza: “No confiamos en nadie de la cúpula de la Universidad. Lo que han hecho ha sido intentar lavar un poco su imagen y mostrar cierta contundencia”, dice un estudiante que prefiere no dar su nombre por miedo a algún tipo de represalia.
Luis, miembro de Res Pública, es igualmente contundente: “Agradecemos el perdón que pidió el rector en su segunda comparecencia, pero pensamos que está velando no por el bien de los alumnos, sino solo por el de la institución en sí. El rector no nos representa”.
“La oposición se está movilizando, pero a quien deberían de escucharnos es a toda la comunidad educativa, que somos los que estamos sufriendo todos estos hilos de corrupción. Si esta señora no dimite ni se toman las responsabilidades necesarias, seguiremos manifestándonos”, sentencia Celia.