Un estudio llevado a cabo en la Universidad Complutense de Madrid ha detectado que la triple vacuna triple bacteriana DTP (para la difteria, tétanos y la tos ferina) podría proteger contra la COVID-19, según ha informado el centro madrileño. “En un trabajo realizado por Pedro A. Reche, investigador de la Universidad Complutense, se ha identificado computacionalmente la existencia de una extensa inmunidad cruzada entre el virus SARS-CoV-2 y antígenos presentes en la vacuna triple bacteriana DTP”, explica la UCM en una nota informativa. El estudio ha sido publicado en Frontiers in Immunology.
El departamento de Inmunología de la Facultad de Medicina aventura que esta podría ser la explicación a que la COVID afecte gravemente a los ancianos pero no a los niños, ya que esta triple vacuna se administra en todo el mundo durante el primer año de vida (con entre 3 y 4 dosis) y se refuerza a los 4-6 años, “pudiendo inducir una fuerte memoria inmunitaria con reactividad cruzada frente al virus”, explica la universidad. “Dicha inmunidad seguramente decae con el tiempo, correlacionándose con la severidad con la que se muestra el COVID-19 conforme aumenta la edad de los pacientes, alcanzando su máximo en la población geriátrica”, concluye el centro.
Con esta información, la Complutense sugiere que “sería recomendable considerar el uso de esta vacuna o alguno de sus derivados de menor carga antigénica en la población general y así potenciar la respuesta inmunitaria frente a SARS-CoV-2”. Además, añade el estudio, la manera de administrar la vacuna también influiría en su eficacia. “A pesar de que la DTP se administra globalmente, existen diferentes versiones (celular vs acelular). El estudio muestra una mayor incidencia de la severidad del COVID-19 en los países, incluyendo el nuestro, donde se administra la DTP acelular”.
El estudio también explica que los virus comunes, incluyendo rinovirus, el virus sincitial respiratorio, influenzavirus o varios tipos de virus del herpes no generan esta inmunidad cruzada con el SARS-COV-2, “descartando que la memoria inmunológica contra estos virus pueda tener algún tipo de protección general o un rol patológico en la COVID-19”, en contraste con la vacuna DTP.