Mientras el Gobierno español apenas acaba de trasladar la normativa europea sobre bolsas de plástico de 2015, la Comisión Europea ya ha preparado la siguiente directiva encaminada a reducir drásticamente la utilización de este material: pretende prohibir los productos de un solo uso más empleados como los cubiertos y platos, las pajitas, bastoncillos y palos para globos.
El 80% de la basura marina es plástica. Pero, de toda esa ingente cantidad de plásticos que llega a los océanos, el 70% está compuesta de los diez objetos de un solo uso más utilizados, los que la CE ha incluido en esa lista para prohibir.
Además, el proyecto de regulación insta a los Estados miembros a reducir el uso de los paquetes de comida o bebida plásticos. Y propone que los gobiernos pueden echar mano de establecer objetivos de reducción o impedir que estos envoltorios se distribuyan gratuitamente.
De hecho, la Comisión Europea ha incluido en el articulado la obligación de que los países consigan recoger el 90% de las botellas de plástico de un solo uso. La organización Sea at Risk hizo un cálculo de cuántas botellas se consumen anualmente en la Unión Europea por estados: en España la cifra se fue a los 3.500 millones de botellas
Esta propuesta indica que los productores deberán cubrir parte de los gastos que conlleva la limpieza de la basura plástica y de las medidas de concienciación. Además, los fabricantes de las célebres toallitas que han generado bolas gigantescas de atascos en diferentes sistemas de alcantarillado tendrán que colocar un etiquetado claro sobre cómo disponer de este residuo: no echarlo por el inodoro.
La Comisión urge al Parlamento Europeo y el Consejo (los gobiernos nacionales) a que tramiten esta propuesta como una prioridad para que haya “efectos tangibles para la población” antes de la elecciones europeas de 2019.