Pablo Casado llegó muy lejos muy pronto. Con 23 años y sin ninguna licenciatura acabada, trabajó como asesor político de Alfredo Prada, consejero de Justicia y vicepresidente del gobierno de Esperanza Aguirre. Es decir, asesoraba en temas de justicia sin haber siquiera acabado la carrera de Derecho. Cobraba 50.000 euros y trabajaba a jornada completa, según una respuesta del portal de transparencia de la Comunidad de Madrid.
Sus dos carreras (Derecho y Administración de Empresas) y su máster (el mismo que Cifuentes) los consigue paralelamente a su ascenso en el Partido Popular, al que se había afiliado en 2001, tres antes de entrar a formar parte del equipo de Aguirre. Empezó intentándolo en Icade, un centro privado muy estricto comandado por la orden jesuita. Casado hacía el doble grado de Derecho y Administración y Dirección de Empresas. Por motivos que esa prestigiosa universidad no ha aclarado, en 2004, en plena labor de asesoría política, Pablo Casado inicia una nueva andadura universitaria que le llevaría a, 10 años después, tener dos carreras y un máster. Dejó Icade y empezó su nuevo reto en el centro privado Cardenal Cisneros, un campus del barrio de Salamanca de Madrid en el que aprobó el 70% de la carrera en dos años y salió licenciado en 2007, a la vez que era presidente de Nuevas Generaciones de Madrid (2005-2013) y trabajaba (empezó siendo asesor y la acabó como diputado autonómico). Aunque es una fundación privada, el título de Casado es de la Universidad Complutense de Madrid, el centro al que está adscrito.
Tras la publicación en El Mundo de que había obtenido trato de favor según el director del Cisneros de entonces, Alberto Pérez de Vargas, la Complutense inició un expediente de investigación que duró dos meses y concluyó que el proceso había sido correcto. Sin embargo, recogía el testimonio de una profesora que contaba que sí había recibido presiones después de suspenderle. “Le dije a Pablo Casado que la situación me resultaba desagradable”, contaba a eldiario.es. El expediente, en el que no se sabe cuántos profesores han participado, también recomendaba al Cisneros que “se dote de los mecanismos necesarios para la detección de las situaciones en las que el número de asignaturas aprobadas por un estudiante en un mismo curso sea significativamente superior al ordinario”. Se refería a que Casado aprobó el 70% de la carrera, con asignaturas de las más duras pendientes, en un solo año académico mientras trabajaba a tiempo completo.
Según contó el director del Cisneros, la llegada del político al centro no había sido discreta ni típica de quien no quiere tener privilegios. Según su relato, que hoy mantiene en conversación con este medio, el ahora presidente del PP apareció en su despacho en 2004 acompañado por su padrino académico, “Pepe Pérez de Vargas” (que comparte el mismo apellido con el director del Cisneros pero que no tiene relación), que era la mano derecha del rector de la Universidad Rey Juan Carlos de entonces, Pedro González-Trevijano, hoy magistrado del Tribunal Constitucional por nombramiento directo del Gobierno de Rajoy en 2013, cuando dejó el rectorado.
Pablo Casado entró en el despacho con este catedrático de Derecho próximo a Esperanza Aguirre. Según varios testimonios, la entonces presidenta madrileña y el valedor de Casado habían estudiado juntos la carrera y les unía una amistad. José Pérez de Vargas, fallecido en 2012, fue el padrino de Pablo Casado en los asuntos académicos y a quien él llamaba “su maestro”, según relatan fuentes universitarias que coincidieron con el profesor en su época de la Rey Juan Carlos.
Vargas era catedrático de Derecho Civil, venía de la Complutense y llegó a la URJC de la mano de Gustavo Villapalos, el creador de esa universidad y consejero de Educación con Gallardón. Allí, Vargas alcanzó casi todo el poder como mano derecha de Trevijano. Fue vicerrector de Ordenación Académica entre 1996 y 2000, periodo durante el cual fue acusado de trabajar a la vez precisamente en la Cardenal Cisneros sin pedir la autorización necesaria, según recogió El País. También dirigió la fundación de la URJC y fue el director de los cursos de verano de Aranjuez, que concitaban cada año a la plana mayor de los distintos gobiernos del PP en su inauguración.
Según confirman varias fuentes académicas, este profesor es quien medió por Pablo Casado en el Cardenal Cisneros, donde al parecer mantenía influencia. Y fue también quien medió en la URJC, donde manejaba todo el poder: allí Casado se sacó la carrera de Administración de Empresas y el máster, en el que la jueza del Caso Cifuentes ve indicios de delito y sobre el que el Supremo va a tomar una decisión el próximo mes.
Tan relevante fue “Pepe” en la Rey Juan Carlos que la residencia de estudiantes de Vicálvaro lleva su nombre y Jorge Urosa, uno de los forjadores de la URJC y unido a Villapalos, le dedicó una columna en La Razón cuando falleció. Casado admitió, preguntado hace unos meses, que había sido profesor suyo, aunque no admite una relación tan estrecha. Pérez de Vargas no ha podido ser consultado porque falleció hace 6 años.
Tras acabar Derecho, en 2007, y siendo ya diputado autonómico en la Asamblea, continuó con su siguiente reto: sacarse Administración y Dirección de Empresas en la URJC, y lo consiguió en 2014, según una información de El País que recogía una respuesta del propio político. Mientras era diputado y estudiaba esta carrera es cuando se apuntó además al Máster de Derecho Autonómico y Local en el Instituto de Derecho Público (IDP) de la propia URJC: en el curso 2008-2009 se matriculó y lo superó gracias a 18 de 22 convalidaciones, sin asistir a clase, sin conocer a sus profesores y haciendo cuatro trabajos que se niega a mostrar.
Su profesor en tres de las únicas cuatro asignaturas que tenía que cursar para el posgrado era Enrique Álvarez Conde, director además del IDP, hoy clausurado e investigado por numerosas falsificaciones y presunta malversación, e imputado por el caso Cifuentes y el máster de Casado. Este Instituto Universitario, bajo el que también se fraguaron los másteres de Cristina Cifuentes y Carmen Montón, fue creado en 2001 y aprobado en 2005 por el gobierno de Esperanza Aguirre, según consta en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid. Al frente, desde su creación, está Álvarez Conde, que además contó entre sus labores de gestión con un privilegio universitario: autonomía de gastos e ingresos sin rendir cuentas a la universidad pública de la que dependía. Este privilegio se lo otorgó el rector Pedro González Trevijano, según consta en las memorias de actividad de 2006/2007 (página 104): el Instituto gestionará “directamente sus ingresos y gastos sin fiscalización previa”.
En estas condiciones-marco de opacidad obtiene el máster el ahora presidente del PP, en el que la jueza Carmen Rodríguez-Medel ha visto indicios de delito y ha observado que había alumnos “elegidos” y otros “ordinarios”, motivo por el cual ha elevado el caso al Tribunal Supremo. El “urdidor”, según la titular del juzgado 51 de Madrid, era Álvarez Conde, que además fue profesor de las dimitidas Montón y Cifuentes, a las que les puso sobresalientes en su asignatura. Como a Casado, que le calificó con la máxima puntuación gracias a trabajos que no se han hecho públicos.
Una vez superado el posgrado que le iba a abrir las puertas al doctorado, siguió con sus estudios de ADE en la Rey Juan Carlos, en este caso compaginando el aprendizaje con su trabajo como director del gabinete del expresidente de Gobierno José María Aznar, cargo que desempeñó desde 2009 a 2011. Fue la época de más actividad internacional. Reuniones con líderes internacionales y largas giras por todo el planeta. Casado presumía entre los suyos de hacer medio millón de kilómetros al año, de pasar más de 200 días fuera de casa y de tratar a celebridades como Tony Blair o George Bush. Aún estudiando ADE, llegó al Congreso de los Diputados por Ávila, puesto que mantiene hasta la actualidad y que compagina desde julio con la presidencia del PP. En algún punto tras su entrada en el Congreso, en 2014, acabó su segunda licenciatura. Todo esto lo compaginaba con ser presidente de Nuevas Generaciones de Madrid, puesto en el que estuvo hasta 2013.
El actual rector, Javier Ramos, ha asegurado que tiene abiertas investigaciones por el máster y la carrera de ADE de Casado, aunque no ha hecho público ningún informe. Ramos, que fue vicerrector con Trevijano y es amigo del actual consejero de Educación, Rafael Van Grieken, que fue miembro del tribunal que le dio la cátedra en 2011, dice que también ha abierto sendos expedientes por el máster de Carmen Montón (desde junio, aunque de momento sin conclusiones públicas) y por el de Cristina Cifuentes, abierto el 22 de marzo sin que nada se sepa. Cuando El País publicó en abril que Casado también tenía el mismo máster, la URJC dijo que abría una investigación. Y en mayo anunció que también ponía bajo estudio la carrera de ADE. Estas pesquisas las está haciendo la inspectora de la misma universidad, Pilar Trinidad, sin expertos externos, y no han trascendido la metodología ni las conclusiones de su prolífica actividad académica.