Se ha celebrado el primer juicio en España contra el colectivo feminista Femen y las cinco activistas acusadas han reivindicado que la hemeroteca recoge que toda su actividad es pacífica. Así han querido desmentir las actuaciones violentas que les atribuye la Fiscalía y la Asociación Enraizados en Cristo y en la Sociedad al interrumpir una marcha antiaborto, convocada por el colectivo Derecho a Vivir. En su entrada al juzgado les esperaban varias personas con pancartas de “feminazis”.
Durante la vista el Ministerio Público ha reafirmado su petición de nueve meses de prisión y una multa de 1.800 euros al acusarlas de un delito de desórdenes públicos y otro de resistencia a los agentes de la autoridad. Por su parte, la organización antiabortista, representada por Abogados Cristianos, añade los delitos de exhibicionismo y contra el ejercicio de los derechos fundamentales. Por todo ello pide seis años y medio año de cárcel para las acusadas.
Estas cinco activistas irrumpieron en la manifestación celebrada en noviembre del 2013 con los torsos desnudos y gritando lemas como “aborto es sagrado” o “mi cuerpo, mis normas”. “Decidimos llevar a cabo una acción pacífica para visibilizar las dos posturas ante la despenalización del aborto”, ha indicado una de las acusadas y líder de Femen en España, Lara Alcázar, ante la magistrada del juzgado de instrucción número 19.
Las cinco acusadas han relatado que planearon esta acción para generar impacto mediático antes de que se aprobase el anteproyecto de la ley del aborto impulsado por Alberto Ruiz Gallardón, que al llegar a la cabecera de la marcha varios de los asistentes se enfrentaron a ellas y las pintaron con un aerosol rojo. En todo momento han negado que fuesen violentas y que agrediesen a manifestantes y a agentes de la Policía. “Desde el primer momento vimos cómo parte de la cabecera se abalanzaba de manera agresiva. Fue un momento caótico”, ha apuntado otra de las activistas, Carlota Cánovas.
La fiscal ha mantenido la acusación asegurando que la actitud de las activistas era violenta y que “en la protesta política no vale todo”. Asimismo la acusación popular ha incidido en el hecho de que a pesar de la presencia de niños durante la marcha, a las activistas de Femen “les dio lo mismo” y arremetieron contra la manifestación.
Ni las testigos que han declarado en el juicio –propuestos por el Ministerio Público– ni los agentes que han comparecido han ratificado la versión de las activistas de Femen. Una de las comparecientes, que estuvo participando en la marcha como voluntaria, ha asegurado que cuando observó que las feministas irrumpían “muy rápido y chillando” en la manifestación levantó una bandera. “Una de ellas me la arrancó y me dio un codazo en el costado”, ha apuntado. Asimismo ha declarado que otra de las acusadas fue reducida por la Policía cuando intentaba dar una patada a su madre.
Por otro lado, los agentes de la Policía Nacional que estaban en el dispositivo de seguridad el día de la marcha y que han comparecido como testigos han afirmado que las activistas de Femen “embistieron” a la cabecera de la manifestación. “Se resistieron a ser detenidas, daban codazos, soltaban los brazos para que no pudiésemos hacernos con ellas”, ha advertido uno de ellos.
“En ningún momento agredimos a la Policía. Desconocíamos quién nos agarraba. Cuando los agentes nos retiraron (de la concentración) nos sentimos reconfortadas porque los asistentes nos estaban atacando”, ha asegurado Alcázar. Esta argumentación no ha sido compartida por los miembros de las fuerzas de seguridad que han acudido al juicio. “Reconfortadas, ¿por qué? No estoy de acuerdo”, ha señalado. Otro ha añadido que “alguna (de las acusadas) se tiró al suelo y ejerció algo de resistencia”.
Agentes y asistentes a la marcha han vuelto a coincidir en sus testimonios al indicar que no recuerdan que las acusadas hayan sido agredidas por asistentes, como ellas sostienen, ni rociadas con pintura roja, a pesar de que los policías sí que tienen constancia de que su uniforme se manchó de ese color.
Aunque este juicio ha despertado un gran interés mediático, más de una decena de medios han seguido la vista en la sala, ninguna de las partes ha contado con un gran apoyo social en los alrededores del juzgado. Solo se han acercado un par de militantes anti abortistas que han portado dos pancartas con el lema “Stop Feminazis”.