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El papa Francisco acepta la renuncia de tres obispos chilenos por encubrir abusos sexuales en su iglesia

El Papa ha consumado el descabezamiento de la cúpula eclesiástica de Chile tras el encubrimiento de los casos de abusos sexuales en la iglesia del país suramericano. Francisco ha aceptado las renuncias de los principales obispos implicados: Juan de la Cruz Barros, Cristián Caro Cordero y Gonzalo Duarte García de Cortázar, según ha confirmado la Conferencia Episcopal Chilena.

Las tres diócesis quedan así en sede vacante mientras dos enviados de Francisco, Jordi Bartomeu y el arzobispo de Malta Malta, Charles J. Scicluna, llegan a Chile para poner orden. Toda la cúpula chilena presentó su renuncia a Bergoglio el pasado 18 de mayo por la riada de casos de abusos y la connivencia en ocultarlo por parte de los responsables de la Iglesia chilena: Chile se ha publicado una lista de 78 religiosos pederastas. En los últimos 15 años, 4 obispos, 66 clérigos, 6 hermanos, 1 diácono y hasta una monja fueron denunciados y condenados por abusos sexuales.

El propio Francisco ha tenido que pedir perdón por este asunto ya que, en un primer momento, se puso del lado de sus obispos y no dio crédito a las denuncias. Decidió reabrir la investigación después de defender al obispo Juan Barros, acusado por las víctimas de encubrir al pederasta Fernando Karadima.

El Papa tuvo que hacer autocrítica y reconocer “graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información veraz y equilibrada”. Tras esta declaración, Francisco convocó a la curia chilena a Roma para “reparar en lo posible el escándalo y restablecer la justicia” de un caso que ha provocado en Bergoglio “dolor y vergüenza”.