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El futuro de la capa de ozono está ligado a los gases de efecto invernadero
La capa de ozono está en un proceso de recuperación y su futuro está ligado a la evolución de los gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático, ha dicho a Efe Alberto Redondas, del Centro de Investigación Atmosférica de Izaña, de la Aemet en Tenerife.
Explicó este investigador de la Aemet que el ozono en latitudes medias disminuyó en torno al 2,5 por ciento durante las décadas de los años 80 y 90 del siglo pasado, mientras que se mantuvo estable en 2000 y ha mostrado un ligero aumento durante los últimos años.
Ese aumento de ozono no puede atribuirse a sólo una disminución en la concentración de sustancias destructoras del mismo, que se ha producido como estaba previsto tras el Tratado de Montreal para reducir su producción y consumo, excepto en el caso del tetracloruro de carbono (CCL4), que no disminuye como se preveía, indicó Alberto Redondas.
El Protocolo de Montreal, firmado en 1989, apostó por reducir la emisión de gases industriales, en especial los llamados clorofluoruros de carbono o CFC, que destruyen el ozono.
Con estas explicaciones Alberto Redondas se hace eco de las principales conclusiones del informe que la Organización Mundial de Meteorología ha realizado sobre la capa de ozono
Explicó que la disminución de las sustancias destructoras de la capa de ozono ha sido beneficiosa en el problema del calentamiento global, pues muchas de ellas son también gases de efecto invernadero, pero el efecto positivo de su reducción puede estar en peligro debido al crecimiento de las emisiones de sus sustitutos, los HCFC y HFC.
Pero, según Alberto Redondas, el incremento de la capa de ozono no puede atribuirse en exclusiva a una disminución de sustancias destructoras, y comentó que en la alta estratosfera, entre 35 y 50 kilómetros de altura, se ha detectado un claro aumento de la capa de ozono.
Ese incremento se debe a partes iguales a la disminución de las sustancias destructoras del ozono y al enfriamiento de la alta estratosfera provocado por el cambio climático.
El ozono, señaló Alberto Redondas, se recuperará alcanzando los niveles anteriores a 1980 si se siguen respetando los acuerdos del Protocolo de Montreal, de forma que a mediados de este siglo esa situación se produciría en latitudes medias y Ártico mientras que en el Antártico la recuperación se producirá unos veinticinco años después.
El investigador del Centro de Investigación Atmosférica de Izaña señaló asimismo que el agujero de ozono antártico está causando cambios significativos en el clima del hemisferio sur, lo que provoca un desplazamiento de la corriente en chorro hacia el sur que desplaza el patrón de lluvias y temperaturas hacia el polo, y aumenta las lluvias subtropicales en verano.
El agujero de ozono antártico continuará cada primavera debido a que las concentraciones de sustancias destructoras de ozono son muy altas en la Antártida, donde sólo han disminuido un diez por ciento desde el valor máximo alcanzado hace quince años.
Alberto Redondas dijo que los agujeros de ozono polares presentan una gran variabilidad que no está asociada a las sustancias destructoras de ozono sino a la variabilidad meteorológica.
En cuanto al agujero en el Ártico opinó que podrá volver a repetirse tal y como ocurrió en la primavera de 2011 debido a las circunstancias meteorológicas que lo provocaron, cuales fueron las temperaturas extremadamente bajas en la baja estratosfera.
Añadió que los modelos predicen que el ozono en los trópicos disminuirá y la evolución de la capa de ozono tropical depende de la concentración futura de los gases de efecto invernadero dióxido de carbono (CO2), dióxido de nitrógeno (N2O) y metano (CH4)
Alberto Redondas indicó que una gran erupción volcánica como la que se produjo en el Pinatubo provocaría una disminución global en la capa de ozono que sería muy importante en ambos polos, y el mismo efecto provocaría una inyección artificial de sulfuros en la estratosfera como se propone para compensar el calentamiento global.
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