La portada de mañana
Acceder
16 grandes ciudades no están en el sistema VioGén
El Gobierno estudia excluir a los ultraderechistas de la acusación popular
OPINIÓN | 'Este año tampoco', por Antón Losada

El Gobierno aprueba que se pueda pasar la ESO con menos de un cinco a 15 días de terminar el curso

El Gobierno ha apurado los plazos para aprobar cómo se van a obtener desde este mismo curso los títulos de ESO y Bachillerato. Esta última regulación, a través de un real decreto aprobado este viernes en Consejo de Ministros, cierra un curso de rectificaciones, cambios y desmontaje por piezas de la herencia que dejó al actual ministro de Educación su antecesor en el cargo.

Según la norma, que cuenta ya con el visto bueno del Gobierno y entrará en vigor este sábado con su publicación en el BOE, los alumnos y alumnas podrán obtener el título de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) con una nota inferior a cinco.

La decisión, avanzada cuando la norma era todavía un proyecto, ha suscitado muchas críticas, incluida la del Consejo Escolar del Estado, por la “circunstancia anómala” de graduarse con una nota suspensa que aparece numéricamente, como establece la Lomce e incluye también este real decreto, en una casilla en el propio título. Un borrador inicial, sobre el que el Gobierno se ha retractado, obligaba a obtener un cinco, en coherencia con el espíritu de la Lomce.

El Ejecutivo, una vez cambiado el criterio, se ha cargado las críticas a las espaldas y ha seguido adelante con la decisión de no exigir el aprobado, aunque ha apañado una solución: especificar en los títulos, además de la nota, que el estudiante “cumple con los requisitos de titulación” aunque no haya llegado al cinco.

Las cosas quedan así en un escenario similar a la anterior ley educativa, la LOE socialista. La norma, en vigor hasta que se implantó la Lomce, no obligaba a llegar al cinco de media para tener el graduado y permitía hasta tres suspensas excepcionalmente si así lo decidía el equipo docente. Esto último no tiene cabida en el real decreto del Gobierno que endurece sensiblemente este criterio.

La idea inicial de final de etapa que ideó Wert queda con esta modificación desmontada casi en su totalidad: ya no hay que aprobar una reválida para promocionar a Bachillerato u obtener el título de ESO –en su lugar, solo algunos centros harán una prueba muestral sin efectos académicos– y los estudiantes que tengan menos de un cinco de media, siempre que no tengan más de dos suspensas, podrán continuar sus estudios en la etapa postobligatoria.

Los requisitos para titular en Bachillerato no se han tocado. Y son tener una “evaluación positiva” en todas las asignaturas de los dos cursos que componen esta etapa.