“Ha sido una venganza”, así describe la defensa de la agente de la Guardia Civil la actuación del superior que le ha abierto un expediente por ausentarse durante unos minutos de su puesto de trabajo para ponerse una compresa porque le acababa de bajar la regla.
Estos hechos sucedieron el pasado 8 de marzo. Tal y como ha informado El País, cuando esta mujer salió del baño, reanudó sus funciones de vigilancia en una zona portuaria y le explicó a su teniente que había ido al baño. “A mí no me cuentes milongas, vas al baño antes o después del punto de control pero no durante”, le contestó su superior a gritos, según consta en las alegaciones presentadas por su defensa, a las que ha tenido acceso eldiario.es.
Cuando esta agente le explicó que había tenido que ir porque le acababa de bajar la regla, amenazó con sancionarla: “La próxima vez te corrijo, la próxima vez te corrijo”, le volvió a abroncar el teniente. “Tras los hechos, esta señora habló con el sargento y le pidió conducto reglamentario para comunicarle al capitán esta situación. El capitán se negó y la remitieron a pedir permiso al teniente, el mismo que la había vejado, para hablar con el capitán”, apunta su letrado, Antonio Suárez Valdés.
Según recogen las alegaciones presentadas por este abogado, el 13 de marzo la agente se reunió con el teniente. En ese encuentro, ella le tuvo que explicar a su superior que se quería reunir con el capitán por el trato que él mismo le había dispensado el pasado 8 de marzo.
Tras el encuentro, consiguió la autorización para reunirse con el mando superior. Pero no se quedaron ahí las actuaciones, dos días después recibió la incoación del procedimiento sancionador por haber cometido una presunta falta leve por un “retraso, negligencia o inexactitud en el cumplimiento de los deberes u obligaciones” cuando se ausentó por tener la regla. Esta sanción conlleva dos días de suspensión de empleo y sueldo.
“Como tras hablar con el teniente, la agente mantiene que se quiere reunir con el capitán, ahí es cuando su superior la expedienta”, asegura su letrado, manteniendo que esta actuación es una venganza. “Nosotros alegamos que estaba en su puesto de trabajo, que solo lo ha abandonado porque le ha bajado la regla y porque tiene un estado de necesidad. No es un abandono del servicio, es un estado de necesidad”, añade Suárez Valdés.
Desde el departamento de comunicación de la Guardia Civil aseguran que la afectada no comunicó que se ausentaba porque “se iba a cambiar la compresa” y añaden que actualmente es una “investigación interna”.
Sin embargo, en las alegaciones presentadas por la denunciada y en una de las declaraciones de sus compañeros ante el instructor del expediente se recoge el relato que ha mantenido su defensa.
Por otro lado, su abogado mantiene que a pesar de que han solicitado que se active el protocolo de acoso laboral, por ahora no ha sido así. “Han pasado y no lo han activado. Lo han tapado”, afirma.
Esta normativa recoge que “todo componente de la Guardia Civil que tenga conocimiento u observe hechos que pudieran constituir faltas imputables a miembros” del cuerpo deberá comunicárselo a la “autoridad o mando que tenga competencia para conocer de la presunta falta observada, informando seguidamente de ello a su superior inmediato, salvo que éste sea el presunto infractor”.
La defensa de la agente recuerda que en este caso no se ha tenido en cuenta y que no descartan llevar este caso ante “el juzgado togado militar”.