La justicia investigará si los miembros de Hogar Social cometieron presuntamente un delito de desorden público al atacar la mezquita de la M30 con bengalas y botes de humo, unos hechos que sucedieron en Madrid el pasado 22 de marzo tras los atentados yihadistas perpetrados en la capital belga. Además, colgaron un cartel con la frase “Hoy Bruselas ¿Mañana Madrid?” dentro de una acción “contra el islamismo radical”, según aseguraron los miembros de este colectivo de extrema derecha.
La magistrada del juzgado de instrucción número 9 de Madrid ha abierto diligencias previas contra más de una decena de miembros de este colectivo, entre ellos la mediática portavoz, Melisa Domínguez, y dos menores por un presunto delito de desorden público. La investigación de estas dos últimas personas se remitirá a la Fiscalía de Menores. Así consta en un auto emitido el pasado 12 de septiembre, al que ha tenido acceso esta redacción.
Las actuaciones de este caso se iniciaron tras un atestado de la Brigada Provincial de Información y la denuncia de la Red Española de Inmigración ante la Fiscalía Provincial de Madrid especialista en delitos de odio. Esta asociación llevó los hechos ante el Ministerio Público al considerar que constituyen “una vulneración del derecho de culto”.
Tras conocer el auto de esta magistrada, los portavoces de la entidad social se muestran satisfechos. “Esta decisión judicial es de la máxima relevancia puesto que supone el inicio del fin de la impunidad en los ataques a la diversidad por parte de grupos que promueven el odio y buscan chivos expiatorios, así como culpables para promover la división y los conflictos en la sociedad española”, apuntan en un comunicado emitido por la Red Española de Inmigración.
Una vez conocidos los hechos, la portavoz de la Delegación del Gobierno en Madrid explicó que la Policía Nacional se encargó de investigar el ataque, revisando las cámaras de seguridad para tratar de identificar a los autores
Desde 2014
Hogar Social Madrid Ramiro de Ledesma es el colectivo que en 2014 ocupó una vivienda del barrio de Tetuán de Madrid con el objetivo de dar comida fundamentalmente a españoles. Tras ser desalojados ocuparon otro edificio en la zona de Chamberí, del que también fueron evacuados. El pasado mes de mayo convocaron una manifestación por el centro de la capital en la que entonaron lemas como “Refugiados, no; españoles, sí”