La huelga feminista llega al corazón de la Unión Europea

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —

Laboral, de cuidados, estudiantil y de consumo. La huelga feminista convocada por primera vez este 8M en Bélgica sigue la estela marcada el pasado año por en España. Y así lo reconocen en su presentación: “El colectivo del 8 de marzo de Bélgica ha nacido con la voluntad de organizar una huelga de mujeres el próximo 8 de marzo 2019, Día Internacional de la lucha por los derechos de las mujeres. Dicha manifestación se inspira en la movilización histórica iniciada por las mujeres españolas el pasado 8 de marzo de 2018, fecha en la que paralizaron el país dejando de ir a trabajar, cuidar de otros, estudiar y consumir masivamente”.

La iniciativa bebe del éxito español de 2018, y tiene mucho que ver con la diversidad de comunidades que viven en Bélgica, y en particular en Bruselas: así, la movilización ha arrancado a las 9.00 de la mañana, en la plaza que conduce a la estación central de la capital, donde ya están instalados puestos informativos y escenarios para conciertos.

La mañana ha amanecido luminosa, como si el día anterior no hubiera llovido, como si las previsiones de la semana no hubieran estado presididas por una nube. Y con la incertidumbre de si los paros serán más o menos seguidos; si las movilizaciones llenarán de reivindicaciones la capital belga y de la Unión Europea.

El jueves, preguntado por la repercusión en la Comisión Europea de la huelga feminista el portavoz del Ejecutivo comunitario, Margaritis Schinas, dijo no tener ninguna constancia: y uno de los objetivos es que no quede institución comunitaria que no sea consciente de la reivindicación de este 8M en Bruselas.

De momento, las corresponsales españolas ya han expresado su apoyo a la movilización, y la ausencia de muchas de ellas en los actos rutinarios comunitarios del día será sonora.

 

La institución más política, el Parlamento Europeo, sí que vivirá la huelga, sobre todo por la implicación de trabajadores y diputados de grupos como los socialistas, verdes e izquierda unitaria (GUE), activos en movimientos como el Me Too de la Eurocámara y en movilizaciones como la que se ha vivido este miércoles ante el acto de Vox, por ejemplo. 

Y para facilitar el paro, hasta han redactado un correo electrónico tipo para excusar  la ausencia con una respuesta automática: 

Frente al Parlamento Europeo, en la explanada ante su entrada principal, ya está concentrado, con música, sillas, pancartas y comida, un grupo de activistas feministas: “Queríamos estar fuera para visibilizar que estamos en huelga y que no estamos dentro trabajando”.

Una visibilización festiva y en varios idiomas, al ritmo de “que viva la lucha de las mujeres”;“today we strike, everyday we fight [hoy hacemos huelga; luchamos cada día]”; o “solidarité avec les femmes du monde entier [solidaridad con las mujeres de todo el mundo]”.