València, 17 dic (EFE).- El problema de los coches acumulados en las campas habilitadas por la dana cerca de las poblaciones es la gran cantidad que hay y que, en caso de incendio, generaría gases nocivos y aerosoles peligrosos para la salud de las personas y los animales.
Así lo explica a EFE el investigador del Instituto CMT-Clean Mobility & Thermofluids de la Universitat Politécnica de València (UPV) Antonio García, sobre si esos vehículos abandonados podrían ser peligrosos por las baterías o los sistemas eléctricos.
“El problema no es solo la tipología de vehículos, sino la gran cantidad que están acumulados. Si desafortunadamente alguien causa un incendio o se genera de forma espontánea, hay un montón de materia inflamable que va a empezar a generar gases nocivos y aerosoles que generan partículas sólidas” que se depositan en tejidos pulmonares, vías respiratorias o mucosidades nasales, causando, en el mejor de los casos, irritaciones.
García ha insistido en que el problema es la generación de emisiones: “Más que peligrosos en sí mismos, lo es el hecho de que estén todos juntos y apelotonados y que pueda haber algún incendio o algún accidente”.
“Cuanto más masa tengas quemando, más generación de emisión contaminante o nociva vas a aportar a la atmósfera”, ha aseverado y ha recordado que las campas están de manera eventual cerca de núcleos poblacionales.
La solución de quitar los coches para poder circular por las carreteras y amontonarlos en las campas tiene esto como contrapartida, ha sostenido.
“Si desafortunadamente se pega fuego, tenerlo cerca no es una de las mejores opciones para la vida y el bienestar de los seres humanos y de los animales -ha lamentado-. En un mundo ideal, habría que retirarlos ya”, pero hay muchos residuos que reciclar además de todos los vehículos y “tienes el tejido industrial de reciclaje que tienes”, ha añadido.
“Ojalá se quitaran ya pero si no tenemos una propuesta mejor, habría que ver cómo minimizar el impacto, minimizar los daños”, ha concluido.