Sanidad ha notificado 10.127 nuevos contagios de coronavirus desde ayer y 254 muertes. La incidencia acumulada baja de 250 y se sitúa en 240,89 casos por cada 100.000 habitantes. Baja así de la cifra simbólica de 250, algo que no sucedía desde hace dos meses y medio; en concreto desde el pasado 14 de septiembre. Pese a este descenso de la incidencia acumulada, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha advertido de que la “situación en España sigue siendo muy complicada”. “Todavía nos queda mucho para poder empezar a relajarnos”, ha añadido en la rueda de prensa ofrecida este jueves.
Los nuevos contagios se reparten así: 1.722 en la Comunitat Valenciana, 1.577 en Andalucía, 1.546 en Catalunya, 1.395 en Madrid y 646 en Euskadi.
En la última semana y media se ha venido registrado un descenso en el número de contagios de coronavirus, de muertos con esta infección y también en la incidencia acumulada. Este miércoles, por ejemplo, se notificaron 9.331 casos de contagio y se sumaron otros 273 fallecidos, mientras la incidencia media acumulada fue de 251,61 casos por cada 100.000 habitantes.
A comienzos de semana, el lunes concretamente, se registraron 19.979 casos y 401 fallecimientos. La incidencia acumulada se situó entonces en 275,51. El jueves pasado, día 26 de noviembre, se registraron 12.289 contagios y 337 muertes con COVID, y la incidencia media acumulada era de 325,50 casos por cada 100.00 habitantes.
A tres semanas de que comiencen los festejos navideños, con sus consiguientes desplazamientos y reuniones familiares, el Gobierno y las comunidades acordaron este miércoles medidas y recomendaciones, entre ellas, reuniones de 10 personas, anticipar las compras, restringir los contactos sociales o fomentar los espectáculos navideños al aire libre.
Este jueves se ha sabido que Catalunya no avanzará a la fase de desescalada el próximo lunes ante el empeoramiento de los datos de contagios. La Generalitat mantendrá todo el territorio en fase 1 durante quince días más, tras constatar que el indicador RT superaba el 0,9, uno de los umbrales fijados por el Govern para frenar la reapertura.