Las restricciones impuestas por las autoridades de la Cachemira india impidieron este domingo que miles de musulmanes se reunieran, como cada año, en el santuario Dargah de Srinagar, la capital veraniega de la región, para celebrar el Eid-Milad, aniversario del nacimiento del profeta Mahoma.
Las restricciones comenzaron en la noche del sábado para impedir las reuniones en el santuario, conocido por guardar desde hace décadas parte del cabello del profeta como reliquia sagrada, que numerosos devotos acudían a ver.
La festividad solía ser organizada por las autoridades estatales hasta el pasado 5 de agosto, cuando el Gobierno indio suprimió el estatus especial de la región y Nueva Delhi pasó a controlar directamente Cachemira.
Un funcionario de la policía local que prefirió mantener el anonimato aseguró a Efe que dicha medida pretende “mantener la ley y el orden, y salvaguardar la vida de las personas”.
Los lugareños y habitantes de localidades adyacentes pueden no obstante acceder al santuario para ofrecer sus oraciones, añadió.
Habitantes de la zona relataron a Efe que las fuerzas de seguridad indias establecieron barreras y barricadas con alambres de espino en la carretera principal y en todas las vías que conducen al recinto sagrado, muros preparados permanentemente desde agosto y que las autoridades activan a voluntad.
Unas cien personas que viven en las inmediaciones del santuario lograron acceder para rezar en su interior, precisaron esas fuentes.
El pasado 1 de noviembre, las autoridades también impidieron a la población local, de mayoría musulmana, que se reuniera en otro santuario histórico en la zona de Naqshband Sahib por la celebración religiosa anual Khwaja Digar.
“La Administración está interfiriendo en los asuntos religiosos de los musulmanes”, denunció en un comunicado la Jamia Masjid Auqaf (Administración de la Gran Mezquita) de Srinagar.
La nota agregó que “todo tipo de oraciones están prohibidas en la gran mezquita desde el 5 de agosto y las fuerzas de seguridad prácticamente han cerrado el lugar religioso”.
La celebración religiosa de Khwaja Digar “tampoco fue permitida recientemente y ahora se ha prohibido a las personas reunirse en el santuario de Dargah. Estos actos indican claramente que la libertad religiosa ha sido arrebatada al pueblo de Cachemira”, continuó.
Tampoco las calles de la ciudad muestran sus tiendas iluminadas para la ocasión, ya que la mayoría permanecen cerradas desde agosto como medida de protesta.
Desde la supresión del estatus especial, la región ya formalmente dividida en dos Territorios de la Unión controlados por Nueva Delhi, continúa con los servicios de internet bloqueados por el temor de las autoridades a que se produzcan manifestaciones anti-indias.
El bloqueo a las comunicaciones telefónicas que se estableció en agosto ya fue levantado, al igual que la mayoría de las restricciones a los derechos de reunión y libre circulación.