El invierno recién terminado en términos meteorológicos ha sido el más caluroso registrado en España empatado con el de la temporada 2019-2020, según ha informado la Agencia Estatal de Meteorología este jueves. La temperatura media global de la península ha superado en 1,9ºC la media, la de Baleares fue 1,7ºC superior y la de las Islas Canarias se disparó 2,5ºC más allá del promedio 1991-2020.
Los datos de temperatura de diciembre, enero y febrero muestran un invierno “muy cálido” con un termómetro medio de 8,5ºC. En Canarias la calificación es de “extremadamente cálido” al llegar la temperatura a los 17,7ºC. “Los tres meses tuvieron temperaturas superiores al promedio del período de referencia y fueron frecuentes los episodios cálidos, es decir, de temperaturas superiores a las normales”, aclaran en la Aemet.
De hecho, ocho de los últimos diez inviernos españoles han tenido temperaturas por encima de lo normal, una muestra de cómo ha avanzado el calentamiento global del planeta que está detrás del cambio climático. En el mapa puede comprobarse la anomalía térmica en España.
Entre esos episodios de calor inusual destacaron los medidos entre el 21 de enero y el 9 de febrero y entre el 12 y el 22 de febrero, aunque no fueron los únicos. En cuanto al frío, a pesar de que se registraron picos de temperaturas por debajo de la media, “no pueden considerarse olas de frío”, matiza la Agencia.
De las siete últimas estaciones, cuatro han sido las más cálidas de la serie temporal de datos que arranca en 1961: el verano de 2022, el otoño de 2022, la primavera de 2023 y este invierno. Además, una fue la segunda del ránking histórico (el otoño de 2023) y otra la tercera (el verano de 2023).
Respecto a las precipitaciones, el invierno ha sido normal: ha llovido en la península 170,5 mm, lo que supone el 90% del promedio. Con todo, la distribución irregular de las precipitaciones ha hecho que en el Levante, puntos del Cantábrico y en el sur de Andalucía fuera una estación entre seca y muy seca. En el archipiélago balear el invierno fue en general seco, y tuvo un carácter muy seco en Canarias.