El Gobierno italiano estudia permitir que aquellos que veraneen en el país este año puedan disfrutar de una deducción fiscal de hasta 325 euros, una medida que trata de dar impulso al turismo, que supone el 13 % del producto interior bruto (PIB) y que ha sufrido el impacto de la crisis del coronavirus.
Se trata de una propuesta que todavía está en estudio y que podría ser incluida en el próximo decreto de estímulos que plantea aprobar el Ejecutivo ya este mes de abril, que se sumará al lanzado en marzo que incluyó ayudas de hasta 25.000 millones para familias y empresas, según publican ese viernes los medios italianos.
La idea es que aquellos que pasen al menos tres noches en hoteles italianos puedan aplicar una deducción fiscal a sus gastos que dependerá del número de miembros del núcleo familiar: si es una persona sola podrá deducir 100 euros, mientras que si hay un segundo integrante el alivio fiscal será de 75 euros adicionales, y de 50 euros para el tercero; es decir, hasta 325 euros para una familia de tres personas.
El Gobierno analiza que puedan disfrutar de esta medida solo trabajadores con rentas anuales de entre 7.500 y 26.000 euros.
El Estado ingresaría entre 1.200 y 1.500 millones de euros menos con esta iniciativa, pero Italia confía en impulsar el turismo, que ha sufrido los efectos económicos derivados de las cancelaciones masivas desde febrero por el miedo al coronavirus.
La organización nacional que representa a las empresas y profesiones del sector del turismo en Italia calcula que entre marzo y mayo los hoteles del país tendrán hasta 31,5 millones menos de clientes, que se traducirá en unas pérdidas de 7.500 millones de euros en su volumen de negocio.