En el terremoto de Turquía han concurrido todos los factores que multiplican la mortalidad de un temblor: “Ha sido potente, superficial y con unas infraestructuras más pobres que en otros sitios”, explica el sismólogo del instituto Geo3Bcn-CSIC Jordi Díaz sobre la magnitud del desastre, que el martes acumulaba ya más de 5.000 muertos.
Díaz recuerda que los terremotos no son predecibles, pero explica que hay cosas que sí sabemos. Por ejemplo, que en las zonas especialmente sensibles se dan con una periodicidad que se mide en décadas, de manera que si no ha ocurrido uno en muchos años se puede decir que está al caer. Lo que no podemos es adivinar si será mañana o en otros diez años, añade. Pero, por ejemplo, en California llevan tiempo preparándose para el Big One, y se preguntan si deben derribar barrios enteros para adaptarlos a las nuevas normativas de seguridad.
A nivel nacional, España es un país “con una sismicidad moderada, básicamente al sur de la península”, y aunque el riesgo existe, “la probabilidad de que haya uno como el de Turquía es casi nula”. ¿Y Lorca? “Fue pequeñito”, responde, aunque también muy superficial y por eso causó bastantes daños. Pero por comparar, el del pasado lunes liberó 900 veces más energía que aquel.
¿Qué ha pasado en Turquía? ¿Tenía el terremoto alguna característica especial?
Ha sido un terremoto grande, pero tampoco de una magnitud excepcional. Para hacernos una idea, terremotos de esta energía hay 15 o 20 al año en todo el mundo. Pero en este han concurrido varios factores: ha sido muy superficial –un terremoto puede romper a un kilómetro de profundidad o a 600 kilómetros, y en este caso ha sido entre 10 y 20–, además ha sido en una zona poblada, y con unas infraestructuras más pobres que en otros sitios. Cuando hay terremotos con muchas víctimas mortales se dan esta concurrencia de factores: terremotos potentes, superficiales y con medidas más escasas con otras partes.
Entiendo que este tipo de planteamientos no le gustan a los científicos, pero, ¿si esto hubiera pasado en un sitio más preparado habría tenido otros efectos?
Efectivamente, no nos gusta demasiado especular, pero en la práctica muy probablemente en términos de víctimas estaríamos hablando de números muy distintos.
España es un país con una sismicidad moderada, básicamente en el sur de la península, la probabilidad de que haya un terremoto como el de Turquía me atrevería a decir que es casi nula
¿Hay alguna manera en la que se podrían haber evitado algunas muertes o con estas circunstancias es inevitable?
Cuando hay un terremoto de este tamaño y tan superficial, que haya víctimas es inevitable. Pero en una zona con infraestructuras diseñadas para resistir terremotos seguramente muchos más edificios habrían resistido y habría habido menos víctimas. Prever terremotos no se puede, pero si hay recursos se puede planificar la edificación para que pueda resistir. Por ejemplo, en California hay un debate sobre si se debe reconstruir o no zonas y barrios para adaptarlos a la normativa actual. El Golden Gate –el famoso puente de San Francisco– ha estado en obras varios años para ponerle un sistema para que pueda resistir mejor un terremoto.
No hay manera humana de predecirlos, entonces. Ni con más tecnología o medios.
Actualmente, no. Lo que sí sabemos es en qué zonas va a haber terremotos. Hay mapas de previsión. Estamos casi seguros de que en determinadas zonas va a haber un terremoto en los próximos 10 o 20 años. Lo que no sabemos, ni hay manera de saberlo, es si va a ser pasado mañana o dentro de 10 años o de 20. No hay ningún método científico aceptado que sea capaz de hacerlo.
¿El riesgo de repetición en una zona se conoce?
No conozco al detalle esta zona, pero normalmente en las zonas donde hay actividad recurrente se sabe que suele haber ciclos, que suele haber un terremoto de tamaño grande cada 5, 10 o 20 años. Esto pasa sobre todo en las zonas de subducción, en América del Sur, California, etc. Sabemos que va a haber un terremoto pronto porque hace más tiempo que la media que no ocurre. En California se habla mucho del Big One, estamos seguros que habrá uno potente en la zona pronto, pero no sabemos si mañana o dentro de diez años.
En términos más cortos, lo que sí pasa con esto de las réplicas es que cuando hay terremotos grandes va habiendo réplicas durante semanas o meses. Estos terremotos suelen ser de magnitud más pequeña, aunque puede haber sorpresas desagradables con un repunte de magnitud también. El terreno se ha roto y entonces los bloques se van ajustando, por tanto los huecos son más pequeños y la tendencia es que estas réplicas sean más pequeñas. Pero también puede haber más grandes. Este segundo tan grande que hubo en Turquía, casi del tamaño del primero, no es habitual, y es especialmente peligroso porque los equipos de rescate ya están en el terreno y se pueden caer edificios que estuvieran tocados del primero.
¿Esta zona en la que ha ocurrido es una de las susceptibles?
Sí. En Turquía tienes al norte la falla de Anatolia, paralela al Mar Negro y la más proclive a terremotos grandes, pero esta zona del Este del país también es una zona conocida. Era una zona candidata, aunque que ha sido el terremoto más grande en Turquía desde el año 1939.
Las magnitudes de los terremotos son logarítmicas. Esto es: de un magnitud cinco a uno seis son 30 veces más de energía. Y de uno 5 a uno 7 es 30 por 30, 900 veces más. Crece muy rápido
Hablemos un poco de España. Hemos tenido terremotos hace relativamente poco, como el de Lorca, pero ¿es una zona de riesgo? ¿Estamos esperando un gran terremoto? Tenemos también el precedente de Lisboa en 1755.
España es un país con una sismicidad moderada, básicamente en el sur de la península. Tuvimos efectivamente el terremoto de Lorca, que fue pequeñito, pero las magnitudes son logarítmicas. Esto es: de una magnitud cinco a una seis son 30 veces más de energía. Y de una 5 a una 7 es 30 por 30, 900 veces más potente que el de Lorca. Crece muy rápido. Hay mucha diferencia entre un terremoto de cinco o siete.
¿Y qué lo hizo más destructivo?
Que fue muy superficial, menos de cinco kilómetros, y por eso los efectos fueron grandes.
¿Y cuál es la zona de mayor riesgo aquí?
En las zonas de las béticas [Andalucía, Región de Murcia, sur de Castilla-La Mancha hasta Alicante] podría haber un terremoto importante. La idea es que poder, podría pasar, pero probable no es. Uno de magnitud siete en superficie es muy difícil. Ha habido algo debajo de Granada, pero a 600 kilómetros de profundidad. Terremotos que hagan daño podría haber, pero España desde los años 70 tiene una norma de construcción sismorresistente. En el caso de que pasase un terremoto grande deberíamos estar más preparados que en sitios como Turquía. La norma, eso sí, es de los 70 y por tanto los edificios anteriores estarán mejor o peor construidos. Pero no quiero causar alarma, la probabilidad de que haya un terremoto como el de Turquía me atrevería a decir que es casi nula.
Fuera de predecirlos, que ya sabemos que no es posible aún, ¿qué no sabemos y necesitaríamos saber de los terremotos?
Hay muchas cosas que no sabemos. Sobre todo en la parte de modelización física. La Tierra se va deformando –como si doblaras una vara de madera– hasta que se rompe y eso es el terremoto. Esto lo sabemos, pero entender exactamente cómo se da el proceso físico de ruptura nos falta. Tenemos proyectos en marcha con supercomputadores para intentar hacer esta modelización de cómo es el proceso físico de ruptura. También el origen, por qué rompe en un sitio y no en otro. Cuando hubo hace bastantes años terremotos en Lugo, dices es el empuje de la placa africana, pero, ¿por qué rompe en Lugo y no en otro sitio? Porque hay una zona de debilidad, es verdad, pero hay mucho camino por recorrer. La sismología empezó a finales del siglo XIX y hay muchas incógnitas aún. En España debió ser a principios del siglo XX, es una ciencia relativamente nueva. El telescopio se inventó en 1609. Vamos con cierto retraso. Y la teoría de placas [que las placas se mueven y por eso se producen los terremotos] se aceptó en los años 60.
¿Cómo se hacen técnicamente estos estudios? ¿Es con información real o a base de modelos teóricos?
Se aprovechan los datos que tenemos y se hacen modelizaciones numéricas. Tenemos un proyecto europeo, Digital Twins, que intenta hacer un gemelo digital de la Tierra para reproducir todo tipo de fenómenos, entre ellos los terremotos. Es una cosa ambiciosa en la que estamos involucrados como instituto y que llevará años desarrollar.