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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Por qué la ley Wert no va a solucionar las malas notas de PISA

El Ministerio de Educación utilizó el pasado martes los resultados del informe PISA 2012 para arrimar el ascua a su sardina. La secretaria de Estado, Montserrat Gomendio, desgranó durante la presentación de los datos los problemas que sufre el sistema educativo español, según el análisis de la OCDE, y puso en valor la llamada ley Wert como antídoto contra ellos.

Resultados pobres, pérdida de equidad, exceso de repeticiones, diferencias de rendimiento entre comunidades autónomas, pocos alumnos excelentes, casi ninguna autonomía y ninguna rendición de cuentas fueron las principales debilidades del sistema, según el cuadro que pintó Gomendio.

Frente a ello, el ministerio destaca las recomendaciones que realiza la OCDE a tenor de lo observado en los países que mejor califican en PISA, prácticamente un remedio para cada problema que sufre España. Mayor autonomía de los colegios, una “rigurosa” rendición de cuentas, implantar un sistema de evaluaciones externas, más carrera profesional para el profesorado y una carrera con “incentivos”, más horas de asignaturas instrumentales y una mayor flexibilidad del sistema se apuntan como actuaciones que mejoran el rendimiento escolar.

Y entre medias, el Gobierno señala la LOMCE como la herramienta que llevará de unas a otras. Será la primera ley educativa que va a poner en marcha el PP tras 38 años de normativa socialista, la reforma con la que los populares se han enfrentado a media sociedad y ven como remedio para levantar la educación española. “Las recomendaciones [de la OCDE] encajan en la LOMCE”, sostuvo el ministro de Educación, José Ignacio Wert.

Diagnóstico, sí; medidas, no

Diagnóstico, sí; medidas, noPero algunos expertos opinan que el discurso del ministerio sólo atiende a parte de la verdad y que la LOMCE no va a arreglar los problemas que plantea PISA, sino que probablemente va a contribuir a extenderlos. “El diagnóstico puede que esté basado en el informe PISA”, concede Elena Martín, catedrática de Psicología Evolutiva y de la Educación en la Universidad Autónoma de Madrid, “pero las medidas que se han tomado, no”.

Miguel Recio, de la Fundación de Estudios 1º de Mayo, ligada a CCOO, empieza por la pérdida de equidad, uno de los titulares que más destacó Educación. “¿A qué se debe?”, se pregunta. Respuesta corta, a los recortes. Versión larga: “Ha habido crisis, la gente tiene menos dinero y, por tanto, dedica menos dinero a la educación de sus hijos (libros, materiales, etc.)”.

“A ello se suma la caída del gasto público, y eso significa que cae el criterio compensador del gasto educativo en la educación. Aunque, cualitativamente, la mayoría de las becas están en la educación postobligatoria, como decía Gomendio, cuantitativamente, la mayoría está en la obligatoria (para comedor, libros, transporte, etc.). Eso se ha notado –señala Recio–. Además, en las comunidades autónomas los programas que se han recortado han sido los de atención a la diversidad (compensatoria, desdobles, etc.). Se han cargado el dinero que iba a esto. A nivel estatal, los fondos que tienen función similar a estos comentados son los PROA, Educa3 –despreciados ayer por Gomendio–, y esos fondos compensadores se los han cargado también. Llevamos cuatro años de recortes”.

Pero esto no lo aplica la LOMCE, que ni siquiera está puesta en marcha aún. O sí, según Recio: “La LOMCE consolida estos recortes. Se basa en el decreto ley de recortes (sobre las ratios, las sustituciones de maestros...). Y perjudicará la equidad”, insiste. También aplica este razonamiento a la brecha entre comunidades autónomas. El norte aventaja notablemente al sur. La supresión de los fondos compensatorios ahondará en esta circunstancia, aventura Recio.

¿Menos repeticiones?

¿Menos repeticiones?Otro de los aspectos que más influye, según la OCDE, en los malos resultados de PISA son las repeticiones. En opinión de Recio, sin los resultados que obtienen los repetidores en PISA, España calificaría por encima de la media de la OCDE (el examen se realiza a alumnos de 15 años independientemente de en qué curso estén). Gomendio afirmó ayer que la táctica de las repeticiones es una estrategia “poco eficaz”, y le cuesta al Estado 2.500 millones de euros.

Inmaculada Egido, profesora de Educación Comparada en la Universidad Complutense de Madrid, reconoce que reducir esta tasa (en España uno de cada tres estudiantes de 15 años ha repetido alguna vez, según PISA) es “una de las medidas más contrastadas” para mejorar el rendimiento, pero no cree que la LOMCE lo aborde. “Hubiera sido bueno ver un cambio en este sentido, intentar reducir la repetición y poner medidas contra ella”, sostiene. “Con la LOMCE no sé si repetirán más, pero no menos, porque no toca este apartado”, coincide Elena Martín.

La OCDE también otorga mucha importancia a la autonomía de los centros –ligada a la rendición de cuentas– y la flexibilidad del sistema. Una falacia, según los opositores a la ley. Desde la Marea Verde, el movimiento que ha englobado los rechazos a la LOMCE, explican que hay que tener en cuenta la desaparición del Consejo Escolar como órgano democrático de decisión para ver el tipo de autonomía que propone la ley. Una en la que el director (nombrado por la administración y no elegido) tiene libertad para tomar todas las decisiones.

Especialización y rendición de cuentas

Especialización y rendición de cuentas“La autonomía pasa por la especialización de los centros y la rendición de cuentas”, destacan en ese movimiento contra los recortes en educación. Para dotar de margen de mejora a los centros, la ley otorga poderes especiales al director, que a cambio deberá rendir cuentas a la administración que lo eligió, en términos de resultados obtenidos (pruebas externas). “Este director, por tanto, no puede ser elegido por la comunidad educativa a través del Consejo Escolar, pues la delicadeza de su trabajo exige hilo directo con la administración”, dice el argumentario de la Marea Verde. “En paralelo, el Consejo Escolar es desprovisto de su capacidad de decisión, convirtiéndose en un órgano meramente consultivo. Bajo el eufemismo de la autonomía se esconde el control de los centros por parte de la administración”, cierran. No son los únicos que opinan así.

Recio ahonda en el asunto: “Además, por un lado dicen que quieren más autonomía, pero ponen los currículums más dirigidos desde el Ministerio, mayor centralismo, menor flexibilidad. Y está comprobado de otras épocas que el centralismo ahonda en las diferencias entre comunidades autónomas”.

CCOO tampoco cree que la LOMCE responda al reto de formar mejores docentes, otro de los impulsos decididos a la educación por los que apuesta PISA. “Es contradictorio que el ministerio vincule la buena formación con los resultados y con la práctica de una casi total supresión de la red de formación del profesorado (los CAP y los CEP) y la disminución de las actividades de perfeccionamiento”, lamenta Recio. En regiones como Madrid o Castilla-La Mancha han desaparecido alrededor del 80% de estos centros. El estatuto del docente puede implicar una mejora en este sentido y es una reivindicación histórica de los profesores. La negociación, ya en marcha entre Gobierno y agentes sociales, se salvó in extremis en la última reunión, a finales de noviembre.