Liberia da órdenes de disparar a quien intente entrar por su frontera para escapar del ébola

Liberia se muestra impotente para frenar la expansión del ébola en su país. El ejército del estado africano ha recibido órdenes de disparar a cualquiera que intente entrar en su territorio por la frontera de Sierra Leona. Según el diario liberiano, Daily Observer Daily Observe, el jefe adjunto del Estado Mayor decidió dar esta orden tras una inspección de las fronteras. “Los soldados dispararán sin previo aviso”, ha afirmado el mando militar.

Además, el Gobierno liberiano busca a 17 portadores del virus que escaparon de un centro de aislamiento durante el fin de semana, informa Reuters. Un ataque con piedras permitió a este grupo de enfermos abandonar la zona que fue “saqueada”, según las autoridades. La policía aguarda equipación adecuada para reabrir el centro.

Al mismo tiempo, la presidenta de Liberia, Ellen Johnson-Sirleaf, ha declarado el toque de queda en el país desde las 21.00 hasta las 6.00, según informa Efe. Johnson-Sirleaf ha culpado a los liberianos de “expandir el ébola”. Además, las autoridades han puesto en barrios enteros de la capital, Monrovia y Dolo Town. “Esto significa que no habrá entradas ni salidas de estas áreas”.

Mientras Liberia –y Sierra Leona en menor medida– se ven incapaces de detener la infección del virus en sus poblaciones, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha mostrado moderadamente optimista con la situación en Nigeria. El paciente origen de la enfermedad en el país llegó a Lagos el 20 de julio y falleció el 25 por lo que “el periodo de incubación de 21 días ya ha pasado”, ha explicado. Los 12 casos confirmados en Nigeria “son parte de la misma cadena de transmisión”. Esta víctima ya estaba “vomitando durante el viaje” que le llevo a la capital nigeriana y “ningún otro pasajero está infectado”, ha asegurado la OMS. Nigeria importó el ébola mediante un pasajero de avión al no tener fronteras naturales con los focos del brote. Sin embargo, el hecho de ser el país más poblado de África disparó las alarmas ante una posible expansión masiva en el continente.

La OMS también considera que la situación en el país origen del estallido, Guinea-Conakry, ha mejorado gracias a “una mayor conciencia pública de los hechos”. 26 poblaciones rehacias a recibir ayuda exterior han accedido a la asistencia. “Se han revelado casos que permanecían ocultos, lo que no debe interpretarse como nuevos picos de virulencia”.

En todo caso, y pesar de que el riesgo de un rebrote es posible, la organización sanitaria reitera que la detección, control, rastreo y contención de las personas infectadas es la mejor herramienta para prevenir la expansión de la enfermedad. Y lanza un mensaje final: “Un positivo no es una automática sentencia de muerte”.

Según el último recuento la epidemia se ha cobrado la vida de 1.229 personas y ha infectado a 2.240 en África Occidental.