Las peticiones de ayuda de niños, niñas y adolescentes por problemas de salud mental escalan sin freno en España. La Fundación Anar, que gestiona la línea telefónica de apoyo a menores, registró 251.118 solicitudes en 2021 y detectó 16.442 casos graves, en los que hizo una intervención y seguimiento, la mayor cifra alcanzada hasta la fecha. Uno de cada tres niños llamaron por consultas relacionadas con la salud mental, que van desde intentos de suicidio a ansiedad o trastornos de la alimentación, lo que supone un incremento del 54,6% respecto a 2020. De ellos, la mitad provenían de familias que también presentan problemas de salud mental.
Gracias a la intervención de ANAR ha podido salvarse la vida a 4.542 niños, niñas y adolescentes
Son algunos de los datos contenidos en el análisis de llamadas hecho público este jueves por la fundación, que califica de “preocupante” el aumento de los casos de ideación suicida, intentos de suicidio y autolesiones. Los dos primeros, que analiza conjuntamente, han pasado de las 1.920 peticiones de ayuda en 2020 a las 3.665 este pasado año, una escalada del 90,9%. Las autolesiones han pasado de los 1.451 casos a los 3.200, un crecimiento del 120%. La organización realizó 4.683 intervenciones “extremas” para frenar intentos de suicidio, violaciones o desapariciones.
Anar ya alertó a mediados del año pasado de que los problemas de salud mental no han dejado de crecer y se han agravado con la pandemia de COVID. Otros de los que han experimentado un incremento especialmente significativo son la ansiedad, que ha aumentado un 25,6%, síntomas depresivos y tristeza (31,5%), trastornos de alimentación (154,7%), incremento de adicciones (41%), no solo por sustancias, sino también tecnológicas, asegura Anar, o las peticiones de apoyo por baja autoestima, que crecieron en 2021 un 27,9% en relación con 2020.
El abanico de causas que se esconde detrás de las cifras es amplio, según ha analizado la organización. Muchos son los niños, niñas y adolescentes que trasladan en sus llamadas “la sensación de soledad acompañada” producida “por las nuevas formas de comunicación”. La fundación ha identificado una “falta de referentes emocionales, problemas de comunicación, una mayor exposición a la violencia a través de la tecnología” y otras situaciones graves como la pandemia del coronavirus o la guerra de Ucrania, que “han generado problemas psicológicos, sociales y económicos que aumentan la frustración, la desmotivación, la incertidumbre, el malestar y en ocasiones su desesperanza”.
Violencia y abuso sexual
Un año más, las consultas de niños, niñas y adolescentes que sufren violencia siguen siendo el principal motivo de llamada, pasando de atender 6.259 casos graves en el año 2020 a 8.565, lo que supone un incremento del 36,8%. Para la fundación, “no solo es preocupante el aumento de casos”, sino también la gravedad, la duración y la frecuencia, parámetros que, según el análisis, también “han empeorado de forma significativa”. Las violencias más predomintantes son el maltrato físico y psicológico, que han escalado un 23%.
La soledad acompañada producida por las nuevas formas de comunicación, la falta de referentes emocionales y otros problemas graves como el coronavirus o la invasión de Ucrania aumentan la frustración, la desmotivación, la incertidumbre y la desesperanza
El informe señala el “preocupante” incremento en las víctimas de violencia de género menores de edad, una tendencia observada desde hace 13 años, que en 2021 ha escalado un 49,5% (3.440 chicas).El 43,6% de las adolescentes, además, no eran conscientes de estar siendo víctimas de la violencia machista. A lo largo de la última década, estos casos se han multiplicado por diez.
La organización también identifica un incremento de las peticiones de ayuda por abusos sexuales, que asocia con una mayor concienciación social que hace que estos casos, muy silenciados, estén comenzando a salir a la luz. Anar ha pasado de atender 717 casos en 2020 a 1.297 en 2021, lo que significa una subida del 80,9%.
El impacto del suicidio entre adolescentes
Las ideas suicidas, intentos de suicidio y autolesiones motivaron 7.770 peticiones de ayuda, lo que significa que se han multiplicado por 18,8 en la última década. La tasa de crecimiento en las ideas de suicidio fue del 1.779,5% desde 2009. “Gracias a la intervención de ANAR ha podido salvarse la vida a 4.542 niños, niñas y adolescentes”, señaló el director general de la Fundación, Arturo Cavanna.
“Los padres y las madres no se dan cuenta de ello, no lo perciben”, advirtió Benjamín Ballesteros, director de programas de la Fundación ANAR, quien leyó ejemplos terribles de mensajes llegados al chat o al teléfono, de chicos y chicas a punto de suicidarse. “Siento que ya no puedo más, quiero irme”. “Hoy me he autolesionado dos veces”. “A nadie le importa si me muero, así que... ¿qué más da?”, son algunos de los 2.500 casos que llegaron al teléfono en 2021.
Junto al suicidio, las autolesiones se han multiplicado por 56 en los últimos 13 año, pasando de 57 casos atendidos a través de las Líneas de Ayuda en 2009 a 3.200 en 2021. Por su parte, los trastornos de alimentación crecieron un 154,7% en 2021, el duelo un 138,9%, los síntomas depresivos/tristeza un 31,5%, las adicciones un 41%, la la baja autoestima un 27,9% y la ansiedad un 25,6%.
Las denuncias de abusos sexuales crecen un 81%
Otro de los grandes ejes de trabajo de la Fundación son los casos relacionados con los abusos sexuales. Las llamadas relacionadas con casos de pederastia o acoso a menores se han incrementado de manera brutal, en casi un 81%, pasando de 717 en 2020 a 1.297 en 2021. Para Arturo Cavanna, director general de la Fundación ANAR, “la mayor difusión mediática sobre abusos sexuales ha favorecido que salgan más casos a la luz”.
En opinión de Díana Díaz, directora de las Líneas de Ayuda ANAR, “junto a la mayor presencia en medios, el estudio publicado el pasado mes de febrero de 2021 por la Fundación ANAR sobre abusos sexuales y el posterior #MovimientoANAR puesto en marcha en redes contra los abusos sexuales a menores de edad han tenido una gran repercusión en la sociedad”. El 10% de estos abusos sexuales son abusos grupales, añadió. Son “las famosas manadas”, advirtió Benjamín Ballesteros, director de programas de la Fundación, quien alertó del impacto de las drogas en este tipo de abusos.
¿Por qué aumentan estos problemas? Según Ballesteros, “la soledad acompañada producida por las nuevas formas de comunicación y las tecnologías, la falta de referentes emocionales, los problemas de comunicación, la mayor exposición a la violencia a través de la tecnología y otros problemas graves como el coronavirus o la invasión de Ucrania en la actualidad generan problemas psicológicos, sociales y económicos que aumentan la frustración, la desmotivación, la incertidumbre, el malestar y, en ocasiones, desesperanza” pueden ser algunas de las claves.