“Un récord para demostrar que si quieres algo, lo puedes conseguir”. Es el espíritu que impulsa a Sergio Brau para volver a enfrentarse, junto a Fernando Carruesco, a la retransmisión del programa de radio más largo del mundo, récord Guinness que ya consiguieron en 2011 tras 60 horas en directo. Ahora, el reto es mayor: serán 70 horas interrumpidas de contenido en los que competirán de manera simultánea con otros países durante el World Radio Challenge, el primer mundial de radio de la historia.
Los dos periodistas volverán a tomar los micrófonos de Inforadio, la radio universitaria de la Universidad Complutense, esta vez desde la plaza madrileña de Callao, con un punto de partida a las cinco de la tarde del martes y la meta fijada el viernes 9 a las 15 horas. “Es fundamental el equipo que nos rodea y que se ha sumado de nuevo a esta locura”, apunta Carruesco, con la experiencia de la primera aventura en 2011. “Las últimas horas estás muy cansado y, sin ellos, sería muy difícil hacer un programa en condiciones”, admite.
Las normas del Libro Guinness exigen que sean los mismos locutores los que dirijan todo el programa, con la posibilidad de descansar sólo cinco minutos por cada hora. “Se pueden acumular los descansos así que intentaremos organizarnos bien para juntar unos 20 o 30 minutos seguidos”, cuenta por teléfono Sergio Grau.
De Carruesco parte la iniciativa de este mundial entre radios universitarias, al igual que lo fue el reto de 2011. “Entonces pensé en demostrar que con una idea, un sueño, y mucho trabajo, puedes conseguir lo que te propongas”, explica.
Un equipo de unas 200 personas y grandes dosis de ilusión hicieron posible que los locutores batiesen el récord mundial y llamaron la atención de una radio comercial argentina, Blue FM, que les pidió ayuda para superar su propia hazaña. Los argentinos alcanzaron los 65 minutos de emisión.
“Ellos vendieron mucho la rivalidad sana entre argentinos y españoles y consiguieron muchísima repercusión en redes sociales. Pensé que si se habían montado algo así de grande ellos solos, qué no podríamos hacer varios países compitiendo al mismo tiempo”, relata Fernando Carruesco. En esta ocasión, el movimiento en redes sociales y la audiencia serán las varas de medir para otorgar el primer puesto a los equipos que alcancen las 70 horas.
Carruesco volvió a confiar en Sergio Brau para este reto, porque “no conozco a nadie con la misma creatividad y capacidad para improvisar. No hay mejor ejemplo de aguante y superación”, dice. Brau es invidente, pero eso no le impide retransmitir partidos de fútbol y balonmano para una radio local de Huesca. “Lo hago con el apoyo de la locución de alguna otra emisora o de una compañera y con el ambiente del público que está viendo el partido. Por sus reacciones sé si ha sido un buen pase, por ejemplo”, cuenta.
Una programación más generalista
El contenido de este programa distará un poco del retransmitido hace tres años. “En 2011, casi el 85% giró en torno al periodismo y esta vez nos miraremos algo menos el ombligo”, afirma Carruesco. Aún así, los más jóvenes charlarán de la profesión con periodistas como Ramón Lobo, Ignacio Escolar y Maruja Torres, entre otros. En opinión de Carruesco, que por el momento está desempleado, “los directivos de los medios deberían estar muy atentos de lo que la gente joven, sin apenas recursos, puede conseguir con su trabajo”.
La música en directo será otro aliciente de la programación, que permitirá animar al equipo y las personas congregadas en la plaza de Callao. Entre los invitados, Los Secretos, El Chojín, SFDK y Virginia Labuat. El humor será otro de los reclamos, con Buenafuente, Berto Romero, Joaquín Reyes o los Venga Monjas como invitados. Al igual que en la edición anterior, los participantes colaboran de manera desinteresada.
El equipo español del World Radio Challenge se prepara para afrontar los próximos cuatro días con emoción, en los que ganar será un aliciente peron no el objetivo. “Queremos celebrar la radio, que nos apasiona, en todo el mundo y transmitir un mensaje de que todo es posible en estos tiempos de crisis”, resume Carruesco.