Los atentados del 11S y del 11M, la matanza de Utoya o el tsunami de Tailandia conmocionaron al mundo. Pero también sirvieron para aprender a actuar, y por eso Madrid acogerá en marzo el primer congreso internacional de catástrofes, que la convertirá en el “centro mundial de las emergencias”.
Así lo entienden los organizadores del Congreso Internacional de Grandes Catástrofes, el primero de este tipo que se celebra en España y que tendrá lugar entre el 4 y el 6 de marzo en el auditorio Buero Vallejo de la localidad madrileña de Alcorcón.
Bomberos, médicos, policías, psicólogos, militares, sanitarios, miembros de ONG e incluso supervivientes relatarán su experiencia e intercambiarán conocimientos.
El objetivo: aprender y mejorar para la próxima vez que haya que salvar vidas en situaciones tan adversas como un atentado o un desastre natural.
La idea ha sido de la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB) y la llevan a cabo junto con la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Alcorcón y el de Madrid.
¿Como se reaccionó tras los atentados del 11S en Nueva York, que pusieron jaque la respuesta de la Policía y los servicios de emergencia? Y sobre todo, ¿qué se aprendió de aquello y cómo se puede mejorar la intervención si vuelve a pasar algo así?
Para aclararlo, entre los expertos que intervendrán en el congreso están los responsables de aquel operativo, y también los que coordinaron la respuesta ante el huracán Sandy que asoló parte del Caribe, Estados Unidos y Canadá en 2012 o durante los terremotos de Lorca, Haití o Chile.
Una perspectiva importante en las catástrofes es la más humana: la asistencia a las víctimas que sobreviven a estas catástrofes.
Por eso entre los invitados están responsables de la salud de Noruega que coordinaron la atención a los heridos y afectados en la matanza de Utoya, en la que Anders Behring Breivik desató el pánico y asesinó a 69 personas en julio de 2011.
Y una víctima contará cómo fue la tragedia en primera persona: María Belón, superviviente del tsunami de Tailandia en 2004 y cuya experiencia narra la conocida película “Lo imposible”.
No faltarán miembros de ONG como Mensajeros de la Paz, Bomberos Unidos Sin Fronteras (BUSF) y de entidades que suelen estar en primera línea cuando ocurre una catástrofe internacional, del tipo que sea: Cascos Azules, Cruz Roja o AECI.
Ni tampoco servicios de emergencia españoles como Summa 112, Samur o Ericam.
Será la primera vez que España acoja un congreso de grandes catástrofes a nivel mundial, convirtiéndose “en el epicentro mundial de las emergencias”, según ha explicado a Efe el presidente de la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos y jefe de los bomberos de Alcorcón, Carlos Novillo.
La idea surgió a raíz del tifón que arrasó en 2013 Filipinas, país al que se trasladaron profesionales de servicios españoles como la Unidad Militar de Emergencias (UME), el Ericam de la Comunidad de Madrid o la ONG Bomberos Unidos Sin Fronteras (BUSF).
A su vuelta se pensó en analizar en un congreso las dificultades que habían encontrado allí y cómo se habían integrado en los equipos internacionales.
Finalmente se ha invitado a los primeros espadas tanto nacionales como internacionales, según Novillo, que ha subrayado que España “es referente en servicios de rescate y atención inmediata” y tiene instituciones de gran prestigio internacional, como la AECI.
Como muestra, subraya que el Ericam y la UME pertenecen a INSARAG, el Grupo Asesor Internacional de Operaciones de Búsqueda y Rescate de Naciones Unidas, con la cobertura y protección que eso conlleva.
Aunque España también es referente por el trabajo que hacen colectivos privados como BUSF, que “se buscan la vida para llegar al lugar y actuar”.
Conseguir una mayor coordinación, una respuesta más eficaz y ofrecer ayuda más inmediata a las víctimas serán las metas del I Congreso Internacional de Grandes Catástrofes.