“Que España es de su gente y de nadie más, ni de la multiculturalidad, ni de oligarcas mafiosos”. Así presenta el grupo ultraderechista Hogar Social Madrid la manifestación que ha convocado para este sábado en la capital con el lema “Defiende España, defiende tu gente”. Una marcha que el colectivo ha querido hacer coincidir con las que se celebrarán de forma simultánea en otros países europeos, convocadas por formaciones de extrema derecha como Amanecer Dorado en Grecia o CasaPound en Italia.
Pero no serán las únicas manifestaciones que se celebrarán el sábado casi a la misma hora. La plataforma Madrid Para Todas, que agrupa a decenas de colectivos, también recorrerá las calles de la capital para protestar “contra el fascismo, el racismo, el machismo y todas las formas de discriminación existentes”. Pablo Santana, uno de sus portavoces, asegura que la actividad de organizaciones neonazis ha aumentado en los últimos años y, por ello, intentará “frenar este intento de avance y demostrar que Madrid no es hogar para este tipo de gente”.
Hogar Social Madrid, que apareció en 2014 y se dio a conocer por repartir comida solo a personas de nacionalidad española, ha ocupado desde entonces tres edificios de la ciudad. Actualmente se encuentran en unas antiguas oficinas del NO-DO en la calle Joaquín Costa. Santana diferencia el tratamiento institucional entre unos colectivos y otros y lo ejemplifica con el pleno del distrito madrileño de Chamberí de principios de mayo. Ahora Madrid propuso instar a la Comunidad de Madrid a desalojar la sede del colectivo, pero PP y PSOE votaron en contra y Ciudadanos se abstuvo.
Algo que “contrasta enormemente”, afirma el activista, con el desalojo del centro social okupado La Morada, situado en el mismo distrito, que se saldó con una veintena de detenidos. Tanto las manifestaciones convocadas por Madrid para Todas, que saldrá a las 19.00 de Atocha, como la de Hogar Social Madrid, que lo hará de Plaza España a las 18.00, han sido autorizadas por la Delegación del Gobierno. El organismo asegura que la Policía intentó cambiar parte del recorrido de ambas marchas, que no coincidirán en ninguna calle, pero solo aceptó la primera el colectivo antifascista.
El Ayuntamiento pide que no se autorice
Delegación del Gobierno justifica la autorización de la marcha neonazi aludiendo al derecho de manifestación “de todos los españoles”. Pero la decisión ha generado tanta polémica que incluso ha llegado al Ayuntamiento de Madrid. El consistorio solicita en una carta a la delegada del Gobierno, Concepción Dancausa, que retire la autorización debido a la “probabilidad” de que Hogar Social Madrid incurra en delitos de odio. “Se muestra una clara intención de criminalizar a a las personas extranjeras y refugiadas como generadores de terror”, sostiene.
El Ayuntamiento incluye en su justificación una reflexión sobre el día elegido por el colectivo y los otros grupos de otras capitales europeas para celebrar la marcha. El 21 de marzo de 2013 se suicidó Dominique Venner, considerado un teórico del nacionalismo francés que reivindicaba “el derecho a la diferencia” defendiendo la supremacía de los europeos. Criticaba la ley “infame” del matrimonio igualitario y reiteraba su aversión por “los musulmanes que anegarán Occidente” .
Hogar Social Madrid, sin embargo, ha intentado desvincularse desde el principio de ideas ultraderechistas aunque incluyeron en su denominación a Ramiro Ledesma, ideólogo del fascismo español del siglo XX. “No se definen como nazis porque esto les quitaría puntos en su intento de presentarse como una organización de carácter social, pero en la práctica lo son”, sentencia Santana.
De hecho, una de las acciones con las que ocuparon los medios de comunicación fue reivindicar el ataque a la mezquita de la M30, contra la que lanzaron bengalas y en la que colgaron el cartel “Hoy Bruselas. ¿Mañana Madrid?” tras los atentados yihadistas de la capital belga en los que murieron 31 personas. Además, popularizaron el hashtag contra los refugiados #TerroristasWelcome.
Hogar Social Madrid organizó en septiembre una manifestación que recorrió la capital en la que enarbolaron pancartas en las que se podía leer “ayudas sociales para los nacionales”. El grupo critica además públicamente a las ONG de ayuda a migrantes de las que afirma que “discriminan a españoles por el hecho de serlo” y cuelga en sus redes frases como “cerrar nuestras fronteras no es sinónimo de odio hacia el de fuera, sino de amor hacia los nuestros, hacia nuestra gente”. Así se refería al tema en Twitter Melisa Ruiz, una de sus representantes:
“Que las calles de Madrid sean seguras”
Alicia Pérez, otra de las portavoces de Madrid Para Todas, asegura que los mensajes de Hogar Social Madrid “dividen a la clase obrera fomentando el odio y la discriminación hacia personas de origen migrante”. Lo que hace, analiza, es “culpar” a las personas extranjeras “de la precariedad de los trabajadores y trabajadoras”. Santana llama la atención sobre el hecho de que “culpan a las personas que más han sufrido la violencia” de ISIS y “las equiparan con los asesinos”. De hecho, el 87% de los atentados yihadistas desde el año 2000 han sido en países de mayoría musulmana.
Pérez sostiene que el racismo de colectivos como este les afecta “porque crecen y se perpetúan las barreras raciales que existen en la sociedad”, dice esta chica ecuatoriana. “Queremos que las calles de Madrid sean seguras para todas y que no se nos trate de menos por ser negras, latinas, árabes, asiáticas...”. Pero Madrid para Todas no es solo claramente antifascista. También se define como feminista y una de sus principales reivindicaciones es la lucha contra la homofobia. Eso en una ciudad en la que se produce una agresión por homofobia o transfobia cada dos días.
Andrea Cuéllar, integrante de la plataforma, critica el concepto de familia tradicional que, asegura, es instrínseca “a su ideología” porque cree “en principios biologicistas que les hacen justificar su homofobia”. Además, recuerda la campaña #GlobosAzules que el Frente Juvenil de Hogar Social Madrid realizó en el campus de la Universidad Complutense el pasado mes de febrero “contra el feminismo radical” que en su opinión “conduce a los hombres a sentirse culpables por el hecho de haber nacido hombres”.