Naciones Unidas, 25 sep (EFE).- Diferentes mandatarios internacionales debatieron este miércoles en Nueva York en una sesión plenaria -en el marco de la semana de Alto Nivel de la ONU- sobre las amenazas de las subidas del nivel del mar en el planeta y exploraron fórmulas para atajar este desafío global.
“La causa (de la crisis climática) es clara: los gases de efecto invernadero por la quema de combustibles fósiles, que está expandiendo océanos y derritiendo enormes capas de hielo como la de Groenlandia o la Antártida Occidental”, afirmó el secretario general de la ONU, António Guterres, durante la cita.
Además, tanto él como el recién nombrado presidente de la Asamblea General de la ONU, Philémon Yang, coincidieron en que este contexto supone “una amenaza existencial” para islas del Pacífico, así como también está desembocando en tierras inhabitables y desplazamientos masivos por la escasez de recursos en otras partes del globo.
“Sectores como la pesca, la agricultura y el turismo también sufren los efectos de esta tormenta. Los más pobres y vulnerables siempre son los más afectados”, agregó Yang.
Mientras que Guterres pidió “acciones drásticas” para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y respetar el Acuerdo de París, que limitaba en 2015 el agravamiento del calentamiento global a 1,5 grados centígrados en comparación con niveles preindustriales.
En este sentido, también se pidió que los países desarrollados aceleren sus contribuciones al fondo de la ONU para reparaciones por el impacto de la crisis climática en naciones menos avanzadas, que requerirá, al menos, 40.000 millones de dólares hasta 2025.
Sobre este fondo de la ONU, el presidente de Letonia, Edgars RinkÄviÄs, reiteró que para las naciones que viven al nivel del mar “es una cuestión vital” y que ponía el “conocimiento y desarrollo tecnológico” de su país al servicio de quien lo necesitara para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Por su parte, presidentes de pequeños estados insulares también tomaron la palabra para advertir de lo que implica esta amenaza en sus territorios.
Fue el caso del presidente de Cabo Verde, José María Neves, que recalcó en que el mar es su “única vía de sustento y riqueza”, e instó a las grandes potencias -con volúmenes infinitamente mayores de emisiones de gases contaminantes- a que se impliquen más en un “diálogo serio y responsable en línea con los compromisos internacionales”.
Se estima que entre 2020 y 2050, el nivel del mar subirá aproximadamente 20 centímetros en lo que es el mayor ritmo de crecimiento -y más peligroso- en tres mil años, lo que, según Naciones Unidas, podría afectar gravemente hasta a 1.200 millones de personas.