Los obispos españoles han mantenido “encuentros informales” con los partidos emergentes, Podemos y Ciudadanos, tras las elecciones municipales y autonómicas. Así lo ha confirmado este viernes el portavoz de la Conferencia Episcopal española, José María Gil Tamayo.
“Hay obispos que se han podido ver con los líderes de sus comunidades autónomas, pero la Conferencia Episcopal (CEE), como tal, no ha tenido ningún encuentro formal. Sí se ha producido algún encuentro informal con algunos partidos emergentes”, añadió Gil Tamayo, quien quiso dejar claro que “la Iglesia no es un contrincante político, pero sí un actor social relevante en este país”, que “quiere seguir teniendo una palabra que decir sobre nuestro pueblo”.
El portavoz episcopal hizo hincapié en que, “en este año electoral”, los obispos han decidido no emitir ninguna nota oficial con criterios de voto, una novedad en nuestra historia democrática. “No vieron la necesidad de hacerlo en un año jalonado de citas electorales”.
“Los españoles tienen un largo tramo de vida democrática en este país”, apuntó el portavoz, recalcando que la CEE “ha estado muy centrada en elaborar un documento muy urgente, y necesario -la reciente instrucción pastoral Iglesia, Servidora de los Pobres-, donde se dan criterios para, desde unas convicciones cristianas, amigablemente expuestas y con un sentido positivo y de construcción social, participar en la política.
Gil Tamayo no quiso entrar en los contenidos de dichos encuentros, pero sí avanzó que no teme un hipotético Gobierno del PSOE de Podemos, partidos que ya han anunciado que denunciarán los Acuerdos Iglesia-Estado en caso de alcanzar el poder. “Una cosa son los lenguajes y el contexto electoral, y otra cuando se gobierna”, subrayó el sacerdote, quien recalcó que “no existe miedo alguno, porque la gente que gobierna se mueve en el marco de la ley, y en un diálogo que hará posible la aproximación”. Para el portavoz, los actuales acuerdos “han sido eficaces en nuestra vida democrática, en alternancias políticas y gobiernos de todo signo”.
Descontento por la LOMCE
Cuestionado por el cese de José Ignacio Wert, el portavoz de los obispos no quiso valorar su marcha, pero sí denunciar que “no estamos contentos” por el desarrollo de la clase de Religión en la LOMCE. “La disminución horaria es un golpe perjudicial para la materia en el marco escolar. Sobre todo en enseñanza Primaria, donde hay una masiva petición de los padres que ya quisieran algunos partidos”, añadió.
Al tiempo, reclamó “la necesidad de llegar a un gran pacto escolar” que “esté más allá del cambio de un ministro, o de la alternancia política”. “El pacto educativo no es con un ministro ni con un Gobierno, sino con un arco de elementos políticos que ahora se van configurando”. “No sabemos cómo va a quedar después de las elecciones”, apuntó, pero “hay una predisposición de diálogo absoluto, y con amplio sentido de la laicidad, colaboración e independencia”.