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Marina: Méndez de Vigo no me ha dado pautas sobre el Libro Blanco del Docente

EFE

Madrid —

El filósofo, profesor y pedagogo José Antonio Marina, al que Educación le ha encargado hacer el borrador del Libro Blanco del Estatuto Docente, ha reconocido sorpresa por su elección tras sus criticas a la Lomce, pero especialmente porque el ministro Íñigo Méndez de Vigo no le ha dado ninguna indicación.

En una entrevista con Efe, Marina asegura que el ministro “no sabe el resultado” que tendrá el Libro Blanco y ello es “buena señal” porque quiere decir que el Ministerio se ha dado cuenta de que el tema de los docentes es esencial para la mejora educativa y demuestra que se fía de la objetividad de los expertos.

PREGUNTA (P): El pasado julio escribió una contundente carta a Méndez de Vigo en la que criticaba duramente al exministro José Ignacio Wert y a la Lomce, le pedía que peleara por los docentes y le llegaba a decir que “suceder a un ministro pirómano le iba a obligar a ejercer de bombero”. ¿Cree que esta carta ha podido influir en su elección?

RESPUESTA (R): Ha sido el origen de todo. Me lo ha reconocido el ministro. Y me ha sorprendido porque he tenido muy poca relación con Méndez de Vigo, he sido muy crítico con la Ley Wert y sobre todo porque no me ha indicado nada.

El ministro no sabe el resultado del Libro Blanco y en ese sentido es una buena señal, está a la espera de lo que diga el equipo de gente que tengo que organizar con premura. Es un buen cambio en la política ministerial.

P: ¿Qué tipo de profesión docente defiende?

R: Soy un docente y creo, como nos lo dicen los estudios de las reformas educativas que han tenido éxito, en el protagonismo de los docentes. Ante un mundo que está en cambio y una escuela que tiene que cambiar, lo importante es que sean los docentes los que tomen la iniciativa.

Defiendo que la profesión docente sea una profesión verdaderamente de élite y eso nos exige.

P: Critica en su carta que los profesores hoy son autodidactas en su profesión.

R: Así es y no puede ser en una tarea tan compleja como se ha vuelto en este momento la enseñanza. Lo importante no es que enseñemos, es que nuestros alumnos aprendan.

Los docentes debemos ser expertos en aprendizaje en una era en la que vamos a tener que seguir aprendiendo a lo largo de toda la vida si no queremos quedarnos marginados.

Me gustaría poner de manifiesto en el Libro Blanco el mucho orgullo de lo que estamos haciendo, pero también la mucha exigencia.

P: En anteriores reuniones entre los sindicatos y Educación sobre el Estatuto Docente se habló de partir del Estatuto básico del empleado público.

R: Vamos a ver lo que hacemos pero hay que tener en cuenta que en España hay una educación concertada muy potente y un porcentaje grande de los docentes de este país no son funcionarios. No se puede hacer un estatuto y dejar fuera al personal que no es funcionario. Estas cosas nunca se han puesto en claro y es una buena ocasión para hacerlo.

P: ¿Se va a reunir con los sindicatos de docentes?

R: Cuanta más gente quiera colaborar, mejor. El retrato que hagamos de la situación debe ser lo más claro posible y las soluciones que propongamos deben tener el mayor respaldo.

Muchas veces las soluciones que se diseñan en despachos no salen de ahí y, aunque las reformas educativas necesitan en un momento dado que se hagan de arriba a abajo, tienen que gestionarse de abajo a arriba para llegar a las aulas. Donde realmente se da el cambio educativo es en ellas.

P: Con la Lomce se refuerza la autoridad de la figura docente, ¿qué le parece?

R: Debemos recuperar la palabra autoridad pero no en el sentido coactivo sino como la persona que se merece el respeto por su capacidad, dedicación, interés y no por el puesto que ocupa.

Vivimos un momento en el que en todos los niveles el prestigio y la autoridad de las instituciones, también de la escuela, ha caído en picado. Hay una especie de quiebra general del respeto y la sociedad debe ayudar a recuperar el respeto por la escuela y exigirnos en compensación.

Los profesionales de la docencia somos la conciencia educativa de la sociedad y debemos trabajar en los nuestro en nombre de la sociedad.

P: ¿Cómo se puede mejorar el nivel educativo?

R: No creo que tengamos que estar metiéndonos en un circulo de excusas de que la culpa siempre la tiene otro. La pregunta importante es qué puedo hacer yo por mejorar el nivel educativo y los docentes tienen muchísimo que hacer.

Vamos a ver si precisamos cuál es la situación, como lo enfocan otros países con éxito, cómo tiene que ser el sistema de selección, de formación inicial y continua de los profesores o cuál es la relación con las familias, cómo deben ser los equipos directivos de los centros. Todos son protagonistas del mundo de la docencia.

P: ¿Tiene plazo de entrega del borrador del Libro Blanco?

R: Finales de noviembre. El plazo lo he puesto yo porque me interesa que antes del resultado de las elecciones generales todos los partidos se pronuncien: ¿Si usted está en el Gobierno va a hacer un pacto educativo?

Ojalá tuvieran la gallardía de decir sí, vamos a hacer un pacto educativo con tales condiciones, y se pusieran de acuerdo cuando todavía está la incertidumbre del resultado electoral porque en las certezas se produce una especie de soberbia muy peligrosa.

P: Usted dirige la Universidad de Padres (online) desde hace ocho años. ¿Qué papel tienen las familias respecto a los docentes?

R: Me gustaría saber, sea justa o injusta, la imagen que tienen los padres de los profesores y por qué no está funcionando bien la comunicación entre ellos y padres.

Las familias son un factor esencial para el desarrollo de los niños y adolescentes y muchos padres están realmente confusos, quieren hacerlo bien peor no saben como. En la Universidad de Padres se pone a disposición de ellos las competencias para desarrollar el talento de los hijos a través de cursos, talleres, consejos de tutores y entre los propios progenitores.

P: ¿Qué opina de que las encuestas del CIS demuestran que la sociedad no muestra preocupación por la educación?

R: Ojalá con este motivo -el Libro Blanco- pongamos en el primer punto de la agenda pública el tema de los docentes y de la educación, en esto nos la jugamos todos a pesar de que nos acordamos de este tema como de santa Bárbara, cuando truena.