Las mayores discriminaciones a la comunidad gitana se han producido en medios de comunicación e Internet (32 por ciento) y en el ámbito del empleo (19 por ciento), una tendencia que se viene repitiendo en los últimos diez años, desde que la Fundación Secretariado Gitano (FSD) recopila estos casos.
El informe anual “Discriminación y comunidad gitana 2014”, presentado hoy, recoge 151 casos de discriminación ocurridos en 2013 (21 más que el año anterior), que sólo son una muestra, ya que “la realidad es mucho más alarmante”, porque “muchas víctimas no denuncian”.
Así lo ha asegurado a Efe, Sara Giménez, responsable del área de igualdad de la FSG, quien ha insistido en que el informe sirve “para visibilizar, para decir aquí hay algo que no hemos logrado solucionar, se están poniendo los medios pero debemos actuar con mayor contundencia y mayor sensibilización”.
En los diez años que se viene realizando el informe no se han logrado atajar los prejuicios, estereotipos y el rechazo hacia los gitanos y las gitanas, ha señalado Giménez, quien ha precisado que este año se incide en la importancia de los partidos políticos en la lucha contra la discriminación.
Además, han participado en el mismo líderes políticos como Gaspar Llamazares, Pablo Iglesias o Ramón Jaúregui y también ... Gonzalo Robles que han dado su visión.
Según Giménez, “los actores políticos deben hacer más, deben pronunciarse más y responder con contundencia cuando dentro de sus filas hay discursos racistas y xenófobos”.
En la última década, la Federación ha identificado 1.073 casos de discriminación, de los que un 35% se corresponden con medios de comunicación e internet.
En 2013, además de este ámbito y el del empleo, los mayores casos se han producido en las áreas de educación (15 %), seguridad ciudadana (10 %), vivienda (8 %), acceso a bienes y servicios (7 %) y sanidad (3 %).
El número total de víctimas identificadas es de 158, de las que 83 son mujeres y 75 hombres. Por grupos de edad, los mayores casos se producen en el segmento de entre 16 y 30 años (55 %).
En lo que respecta a la prensa, el informe destaca los titulares de sucesos en los que se menciona, e incluso se insiste en la pertenencia étnica del presunto culpable.
Además, en algunos de los casos registrados en la redes sociales e Internet “se traspasa la barrera de la discriminación, llegando a un comportamiento muy preocupante como es la incitación al odio y el discurso del odio”.
El informe analiza más en detalle dos casos “graves” que “apuntan a delitos de odio”, ocurridos este verano en las localidades andaluzas de Estepa y Castellar, cuando un grupo de vecinos “se tomó la justicia por su mano” contra los implicados, que eran gitanos.
González ha señalado que aunque en estos diez años han mejorado las herramientas para combatir las discriminación, ésta no ha disminuido y “se siguen negando a servicios a gitanos, que siguen sin acceder al empleo, a la vivienda, a la educación, a espacios de ocio”.
En los 151 casos registrados este año “se ve muy claro el rechazo cotidiano y también el de extrema gravedad, que provoca agresiones, violencia, quema de viviendas o manifestaciones racistas, como parte del odio”, ha recalcado.
El informe incide en la necesidad de conseguir que las víctimas denuncien la discriminación y los casos de odio racial o étnico, que no se sientan indefensas o desprotegidas.
“Es un problema de sensibilización social”, ha subrayado Giménez, quien ha lamentado que en los discursos de la calle “a veces parece que una persona gitana se merece el rechazo”.