Melilla estudia solicitar el estado de alarma ante el aumento de casos de COVID-19

Efe

11 de septiembre de 2020 15:08 h

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El Gobierno de la Ciudad Autónoma de Melilla, a petición del consejero de Políticas Sociales, Mohamed Mohamed Mohand, estudiará solicitar la declaración del estado de alarma en la ciudad no con fines de confinamiento, sino “como paraguas legal” para adoptar medidas para controlar la transmisión de la COVID-19 ante el incremento de casos.

En rueda de prensa, el consejero ha dicho que la situación epidemiológica en Melilla es “realmente preocupante y compleja” porque en quince días ha pasado de ser la región española con el “mejor comportamiento en la transmisión del virus, a estar por encima de la media nacional en cuanto a la incidencia acumulada por cada cien mil habitantes”.

Mohamed Mohand ha precisado que este mismo viernes se han incorporado 25 nuevos casos que elevan la cifra a 362 casos activos por coronavirus de los que 14 permanecen hospitalizados, dos de ellos en la UCI.

Según ha explicado, los 362 casos positivos se reparten en un 44% en mujeres y un 56% en hombres, y en la franja de los 15 a 29 años se localiza el 35% de positivos, lo que supone 136 del total de activos. En la franja de 15 a 39 años se ubicaría el 50% de los casos activos y entre los 15 a los 59, el 75 por ciento de los casos, señala el consejero, que indica que las personas que son hospitalizadas o en UCI se encuentran en la franja entre los 60 y los 84 años.

Un centro penitenciario, la Jefatura Superior de Policía y un CETI: los tres brotes que más preocupan

Mohand ha explicado que los brotes que más preocupan son tres: el del centro penitenciario con 8 casos, el de la Jefatura Superior de Policía con 18 activos y 63 contactos y de forma especial el del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), con 57 positivos y 317 contactos.

Ha añadido que hay 15 brotes en la ciudad que aglutinan a 183 casos positivos y 1.030 contactos directos que se han dado, por lo general, en el entorno familiar a través de la transmisión comunitaria, y que el origen se encuentra en la reapertura de las comunicaciones marítimas y aéreas.

El consejero ha manifestado que, al haberse complicado la situación actual, son precisas “medidas contundentes y proporcionadas que deben ir destinadas a la reducción de la movilidad en el territorio de Melilla y la limitación de la reunión de personas en espacios públicos y privados”.

Ha precisado que previamente la ciudad “tiene que pedir la declaración del estado de alarma en Melilla, no como medida de confinamiento, sino como paraguas legal que permita a la autoridad sanitaria poner en marcha las medidas oportunas para controlar la transmisión del virus”.

Esta propuesta se la ha trasladado al presidente de la Ciudad, Eduardo de Castro, y tendrá que ser debatida en Consejo de Gobierno y en la Comisión de Seguimiento de la COVID-19, y aunque no hay fecha para estas convocatorias, sí que será “lo antes posible”.