De media, los hijos del 43% de las familias españolas acceden a diario a un comedor escolar. Esta cifra aumenta hasta un 50% en el caso de los hogares con más recursos, y se reduce a un 36% para los de renta más baja, demostrando que el factor económico es fundamental a la hora de elegir. Este es uno de los resultados de la encuesta 'El comedor escolar. La visión de las familias' publicada este jueves por la ONG de infancia Educo, que analiza el acceso al comedor y al espacio del mediodía en las escuelas públicas de primaria. Realizada en abril de 2022, la investigación cuenta con los testimonios de familias con hijos en los centros educativos de toda España.
La casi totalidad de las familias entrevistadas están de acuerdo en que debería haber plaza para todos los alumnos que quieran ir al comedor escolar, independientemente del nivel de renta. La afirmación choca con la realidad, donde se excluye a cerca de la mitad de los estudiantes: el 37% no accede a este servicio por escasos recursos económicos, mientras que el 8% se queda fuera por falta de comedor en el propio centro educativo. “Es la primera condición que debe ser subsanada por los Gobiernos regionales: extender el comedor escolar a todos los centros públicos de educación primaria”, alertan desde Educo, tras especificar que son sobre todo los centros más pequeños donde se presenta este problema.
A pesar de esto, el factor económico es el primero que tienen en cuenta las familias a la hora de tomar la decisión. De hecho, si el comedor fuera gratuito, 75% de las familias indican que llevarían a sus hijos, según el estudio. Por otra parte, las familias que usan este servicio “de forma puntual” (12%), pasarían a hacerlo todos los días si se eliminara la barrera económica que lo impide. “La encuesta muestra que las familias quieren llevar a sus hijos e hijas al comedor y que, si no lo hacen, principalmente es porque no cuentan con los recursos económicos para llevarles”, expone Pilar Orenes, directora general de Educo.
En muchos casos, la posibilidad de obtener una beca es clave a la hora de tomar esta decisión. En la práctica, el 30% de las familias que cuentan con un comedor en su centro educativo las piden. Sin embargo, solamente la mitad consigue acceder a ellas. En la mayoría de los casos, las familias han visto denegadas las solicitudes de ayudas públicas al superar el nivel máximo de renta: las becas, que llegan a los hogares más vulnerables, dejan fuera a los que están en riesgo de serlo. Educo destaca que en la mayoría de las comunidades autónomas el nivel de renta que se fija como máximo es inferior al que se utiliza para indicar pobreza y exclusión social.
“En un contexto económico como el actual, en el que los precios se han disparado, nos preocupa la situación de las familias que ahora, con muchas dificultades, pueden asumir los gastos del comedor, pero cuya situación puede cambiar de un momento a otro a causa de la escalada de precios”, explica la directora general. De hecho, entre las familias que se quedaron fuera por superar el límite de renta, casi la mitad ha expresado que el precio del comedor representa un “esfuerzo económico importante”.
Lo que más preocupa a la organización es el alto porcentaje de familias que no pudieron acceder a las ayudas por falta de información. Un 4,6% se quedaron fuera porque las solicitaron fuera del plazo, mientras que un 9,5% directamente no sabían como hacerlo. El porcentaje se eleva incluso hasta el 13,51% en el caso de los hogares de renta más baja. “Si una familia no sabe ni empezar los trámites para pedir una ayuda, ¿cómo se la van a conceder? Es preocupante que esto ocurra, ya que los procesos para pedir becas de comedor llevan ya muchos años funcionando en las comunidades autónomas y, sin embargo, siguen siendo desconocidos para una parte de la población que podría beneficiarse”, insiste Orenes.
Desigualdad entre comunidades
La encuesta también evidencia una amplia desigualdad entre regiones. En Galicia, el 70% de las familias que pidieron una beca durante el pasado curso escolar la consiguieron, mientras que en Castilla La-Mancha solo la recibieron el 30%. En el resto de las comunidades, al igual que a nivel estatal, la probabilidad de obtener una beca ronda el 50%.
La situación cambia drásticamente a la hora de analizar el tipo de ayuda recibida. En muchas comunidades se priorizan las becas parciales sobre las becas completa. En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, solo el 2,8% de las familias recibieron una beca completa - casi un 6% menos que la media nacional-, mientras que en País Vasco este porcentaje sube hasta el 19%.
El valor social del comedor
La decisión de acceder al comedor escolar se toma por varias razones, según la encuesta. Además de permitir que los padres continúen su jornada laboral de forma ininterrumpida, más de la mitad de las familias entrevistadas cree que el comedor escolar también es importante para socializar y aprender. Es decir, representa una parte fundamental de la educación de sus hijos.
El 37% de las familias elige utilizarlo porque “en el comedor aprenden a comer de todo y de manera saludable”, mientras que un 15% lo hace para que los hijos estén con su grupo de compañeros y un 9,5% por las actividades que se hacen durante esas horas del día. “Se percibe el comedor como un espacio con garantías, buena alimentación, cuidado y buen trato. Impacta en el bienestar para la infancia, pero también en comer con los compañeros y compañeras, y disfrutar de las actividades”, concluye el informe.