El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) demandó hoy al fanático evangélico, Carlos Soto, por acoso y ofensas homofóbicas que ha perpetrado en contra del dirigente de la agrupación homosexual, Rolando Jiménez.
El Movilh solicitó a la justicia chilena que se le aplique al denominado “Pastor Soto”, la pena de tres años de presidio menor en su grado medio y una multa de 10 Unidades Tributarias (UTM) mensuales (unos 704 dólares).
Ramón Grez, presidente del Movilh, indicó que “Soto no sólo ha increpado a Jiménez, como lo ha hecho con muchas personas. Lo ha perseguido a eventos públicos y hasta nuestra sede”.
“Lo ha esperado por horas en las afueras de La Moneda y del Congreso Nacional para hostigarlo, lo ha literalmente cercado junto a otras personas en la vía pública para impedir su libre tránsito y le ha lanzado ofensas homofóbicas violentas, comparándolo con el Diablo y Hitler”, indicó.
Incluso, añadió, Soto sube los vídeos con las agresiones a su canal de Youtube.
En febrero pasado, Jiménez fue intervenido por un accidente cerebrovascular, y a pesar de esto, Soto llegó hasta las oficinas del Movilh para hostigarlo, según informa un comunicado de la organización.
Cuando estaban tramitando la querella criminal en el Juzgado de Garantía local en Santiago, Soto protestó en contra de la medida.
La semana pasada la fundación Iguales, organización que busca inclusión de la diversidad sexual en la sociedad chilena, también se querelló contra el “Pastor Soto” por hostigamiento y amenazas en contra de sus dirigentes.
Hace dos semanas, Soto ingresó a la Cámara de Diputados donde se discutía la ley de Acuerdo de Vida en Pareja (AVP), y se enfrascó con una fuerte discusión con los legisladores hasta que fue expulsado a duras penas por los guardias.
Tras la protesta y arremetida contra algunos parlamentarios, la Cámara Baja decidió presentar acciones legales ante el religioso.
El presidente de los diputados, Aldo Cornejo señaló que optaron por acudir a la justicia tras la “inusitada e inaceptable violencia al interior de la Cámara, arriesgando la integridad de los presentes a esta instancia”.