Un niño de año y medio murió la semana pasada de sarampión en el hospital de Berlín en el que estaba ingresado, según informó hoy el ministro de Sanidad de la ciudad-estado de Berlín, Mario Czaja.
Se trata de la primera víctima mortal del brote de sarampión que se registra en la capital alemana y que ha desatado las alarmas tras detectarse cerca de 450 casos desde principios de año, cifra que supera la registrada en toda Alemania en 2014.
El máximo responsable sanitario de Berlín no dio datos sobre el origen del posible contagio del niño, que murió el pasado 18 de febrero, pero advirtió de que su caso muestra que se trata de una enfermedad grave, ya que debilita el sistema inmunitario y puede generar importantes complicaciones.
Según sus cifras, el 95 % de los niños en Berlín están vacunados, pero los adultos deben comprobar si han recibido el tratamiento inmunológico y no olvidar que no se trata de una mera enfermedad infantil.
La muerte del niño se ha sumado a la decisión del colegio de secundaria Carl-Zeiss de la capital, con más de 1.000 alumnos, de cerrar hoy sus puertas como medida de precaución después de detectarse un caso de sarampión presuntamente grave en uno de sus estudiantes.
Un portavoz del Ministerio federal de Sanidad señaló hoy que, por el momento, no está en la agenda del Gobierno la vacunación obligatoria, aunque se toma la situación “muy en serio”.
El Ministerio apuesta por el “asesoramiento” obligatorio sobre vacunación que deberán recibir los padres antes de que su hijo sea admitido en una guardería, y que será incluido en la próxima ley de medicina preventiva
Si esa iniciativa no surte efecto, añadió el portavoz, se estudiarán otras medidas, sin hacer referencia a las voces que han surgido tanto en la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel, como en el Partido Socialdemócrata (SPD), socio en la coalición de gobierno, a favor de una vacuna obligatoria en guarderías y colegios.