Morir dignamente depende del médico que nos atiende

El principal factor que lleva a un paciente terminal a recibir o no cuidados paliativos es la opinión de su médico, por encima de otros factores, como la edad, el sexo o la localización geográfica, según un estudio publicado en la revista Health Affairs. El problema, aseguran los autores del estudio, es que en la mayoría de los casos esta decisión no está basada en los deseos del paciente, ni éste posee toda la información disponible. “Los médicos deben preguntar a sus pacientes por sus preferencias, pero también deben informarles de sus opciones y para ello necesitan estar bien formados”, afirma a eldiario.es el principal autor del estudio, el doctor Ziad Obermeyer, profesor de la Escuela Médica de Harvard.

Los resultados del estudio, que se realizó con casi 200.000 pacientes terminales del sistema sanitario de EEUU, mostraron que solo el 10% de los médicos era responsable de enviar a unidades de paliativos al 50% de los pacientes. Los investigadores también observaron que los pacientes que eran atendidos por estos médicos tenían casi un 30% más de probabilidad de recibir este tipo de cuidados. Además, aquellos médicos que proporcionalmente más pacientes terminales derivaban eran los especialistas en oncología.

Según Alvaro Gándara, presidente de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) y médico de la Unidad del Dolor y Medicina Paliativa de la Clínica Ruber, estos resultados reflejan el hecho de que “es necesaria una mejor formación en este ámbito”. La asignatura específica no es troncal en los grados de medicina, enfermería o psicología y solo es obligatoria en 7 de las 43 facultades de medicina de España. Según Gándara, “en otros países esto no sucede y los médicos y enfermeros que terminan su carrera saben perfectamente qué son y en qué consisten los cuidados paliativos, lo que puede evitar demoras innecesarias a la hora derivar a los pacientes a unidades especializadas”.

“Cuanto antes empecemos a trabajar con el paciente mejor va a ser su respuesta, la mejoría de los síntomas y, en definitiva, su calidad de vida”. Esta afirmación del doctor Gándara ha sido refrendada por diversos estudios, que han demostrado que es fundamental derivar a los pacientes terminales a una unidad de cuidados paliativos especializadas lo antes posible. En los casos de enfermos con menos complicaciones, el médico de atención primaria, si tiene la formación adecuada, puede llevar el tratamiento de sus pacientes, pero en los casos más complejos es imprescindible contar con un equipo especializado.

La falta de unidades especializadas aumenta el gasto

Sin embargo, los especialistas también denuncian la falta de unidades especializadas. Según un informe publicado en febrero por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), en España solo existen 458 unidades de paliativos, lejos de las 658 que recomienda la SECPAL para poder dar cobertura a toda la población. “Sigue habiendo muchos hospitales que no tienen una unidad especializada y ahora mismo la cobertura solo llega aproximadamente al 55% de la población”, afirma Gándara.

Además, el hecho de no tener una unidad de especializada en cuidados paliativos no solo conlleva un empeoramiento de la calidad de vida de los pacientes, sino que también supone un mayor gasto para el sistema sanitario. Según un reciente estudio realizado por investigadores del Trinity College de Dublín y el Hospital Mount Sinai de Nueva York, publicado en la revista Journal of Clinical Oncology, ofrecer cuidados paliativos a un paciente puede llegar a reducir los costes del ingreso hasta en un 24%. “Nuestros resultados demuestran que junto a los beneficios que ofrecen estos cuidados a los pacientes y sus familias, también hay una reducción del coste para el sistema sanitario”, asegura el principal autor del estudio, el doctor Peter May, investigador del Centro de Gestión de Políticas de Salud del Trinity College (Dublin).

La atención domiciliaria, otra asignatura pendiente

Anteriores estudios, como el publicado en 2006 por Grupo de Evaluación de la SECPAL, señalan que la reducción de costes podría llegar a un 61% si se evitara el ingreso del paciente y los cuidados paliativos se realizaran en el domicilio. Sin embargo, según el informe de la AECC, el actual déficit de recursos y de formación profesional dificulta que se lleve a cabo una correcta derivación y tratamiento fuera del hospital, lo que se traduce en “ingresos y tratamientos innecesarios”. Según este mismo informe, más del 50% de los fallecimientos se producen en hospitales, debido a que los familiares no cuentan con otras alternativas.

Para el doctor Gándara, la atención domiciliaria se enfrenta con el problema de tener una administración que ofrece “una atención sociosanitaria bastante deficiente debido a la falta de recursos”. Además del equipo especializado que debe trasladarse al domicilio, también es necesario dotar de “ayudas sociales a las familias para que se puedan permitir tener al familiar en casa”, asegura Gándara. Pero la tramitación de éstas ayudas debería realizarse “por vía de urgencia, en 15 días, y no en 8 o 9 meses, ya que muchas veces los pacientes fallecen antes de terminar el procedimiento”.