La semana pasada murieron dos jóvenes con viruela del mono en España. Estos dos fallecimientos, más otro en Brasil y otro más en India, dado a conocer este lunes, son los cuatro únicos casos de muerte con viruela símica que se producen fuera de África desde que se detectó el brote actual en Reino Unido el pasado mes de mayo. El creciente número de casos a nivel mundial, la falta de antivirales y también la escasez de vacunas harán que se sigan sumando muertes con la infección pese a no ser una enfermedad especialmente grave, según analizan los infectólogos.
El doctor Javier Membrillo, portavoz de la Sociedad Española de Infecciones y Microbiología Clínica (SEIMC) y jefe de sección de Enfermedades Infecciosas del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla, reconoce que las muertes en nuestro país no pillan por sorpresa a los especialistas. “No tenemos los datos para conocer esos casos, pero ya sabíamos que la viruela del mono a veces se complica y puede derivar en condiciones graves, aunque es una enfermedad que generalmente cursa leve”.
El Instituto de Salud Carlos III está estudiando las muestras de los dos fallecidos en España para saber más sobre la muerte de estas dos personas. El primer caso, registrado en la Comunidad Valenciana el pasado viernes, se produjo por una encefalitis asociada a la infección, indicó la Conselleria de Sanidad. En Andalucía estudian si el fallecimiento de un joven de 31 año en Córdoba se produjo por una “meningoencefalitis u otra patología”. En ambos casos se trató de hombres jóvenes, indicó el Ministerio de Sanidad, aunque del primero no ha trascendido la edad.
Antes de conocerse estas dos muertes, los expertos sabían que las dos complicaciones derivadas de la viruela del mono a las que tenían que estar atentos eran la neumonía y la meningoencefalitis. “Era algo que podía pasar y la estadística juega en nuestra contra”, reconoce Membrillo, en referencia a que, a mayor número de casos, “tarde o temprano” seguirán apareciendo pacientes graves que, en algunos casos, puedan llegar a morir.
A todo esto hay que sumar, protesta el doctor, que están teniendo “problemas de acceso a los antivirales, al tratamiento de tecovirimat”. “Ahora mismo no lo tenemos disponible en España. Las dosis que consiguió el Ministerio de Sanidad al principio del brote se han consumido y no sabemos cuándo vamos a recibir más”, ha informado el portavoz de la SEIMC, que achaca la falta de remesas a que, por el modo en el que funciona la industria farmacéutica, “no tenía lugar un modelo de negocio que incluyera fármacos para la viruela”, una enfermedad erradicada en occidente. Ahora toca esperar.
También habrá que esperar a que lleguen más vacunas para que se pueda llevar a cabo una vacunación más amplia, remarca el especialista. Tras recibir la primera remesa de vacunas procedente de la UE, Sanidad amplió el grupo de personas que podía recibir la inyección: de personas que hubieran estado en contacto con el virus y tuvieran alguna enfermedad grave a personas que mantengan “prácticas de alto riesgo”.
“Llegados a este punto de la epidemia interesaría intensificar la campaña haciendo un modelo de vacunación en anillo, es decir, que todos los contactos estrechos de cualquier persona con síntomas de la enfermedad sean vacunados inmediatamente”. Para Membrillo, el objetivo a conseguir es vacunar a todo aquel que lo desee dentro del subgrupo con mayor incidencia.
“La meningoencefalitis es una complicación rara en la viruela del mono”
Normalmente, el virus responsable del actual brote no causa una enfermedad grave. En España, tan solo han tenido que ser hospitalizadas 120 personas, esto es, un 3,2% de los casos, y las complicaciones más frecuentes durante el proceso clínico, según el boletín de Sanidad, fueron infecciones bacterianas secundarias y las úlceras bucales.
La variante que está circulando en este momento en occidente es del clado de África Occidental y generalmente “es poco grave”. “En los datos anteriores a este brote hablábamos de una letalidad de un 1% y probablemente sea menor con las medidas de cuidado estándar de los hospitales occidentales”. Por regla general, según Membrillo, la enfermedad no será grave, “pero en algunas personas, especialmente en los inmunodeprimidos”, sí que puede llegar a ser mortal.
Sin contar con los dos fallecidos de la Comunidad Valenciana y Andalucía, las complicaciones vistas en consulta habían sido derivadas de reacciones locales a las lesiones cutáneas que aparecen, como por ejemplo la proctitis o inflamación del recto, la faringitis o las infecciones bacterianas en zonas que, tras ser rascadas, se habían sobreinfectado. “La meningoencefalitis es una complicación rara en la viruela del mono”, ha zanjado Membrillo. “Son más frecuentes en la viruela clásica, pero esta es una enfermedad que está erradicada” de facto.
“La encefalitis es una inflamación del cerebro y de sus tejidos anexos por la presencia del virus en el líquido cefalorraquídeo, el líquido que envuelve a todo el sistema nervioso central, y en el propio cerebro”, explica el médico. La meningoencefalitis se produce cuando, además de inflamarse el cerebro, se inflaman también las meninges.
A nivel mundial, hasta la fecha se han notificado un total de 21.699 casos de viruela del mono, de los cuales 4.298 corresponden a casos detectados en España, que es el segundo país con mayor número de infecciones, solo por detrás de las 4.907 de EEUU. Le siguen Brasil con 978, Canadá con 761, Perú con 269 e Israel, que suma 133.
Por su expansión en más de 70 países, la OMS decidió hace poco más de una semana declarar una emergencia internacional por viruela del mono. Aunque la decisión no contó con el consenso del comité de expertos de la OMS, su director, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, decidió activar el mecanismo ante el creciente número de contagios.
En España, durante los meses de mayo y junio se ha visto una tendencia ascendente de casos notificados que continúa en el momento actual. Por comunidades, las que siguen a la cabeza en cuanto al número de casos son Madrid y Catalunya, con 1.656 y 1.406, respectivamente. Les sigue Andalucía, que ha notificado 498, la Comunidad Valenciana (213), Canarias (102), Euskadi (98), Baleares (89), Aragón (45), Galicia (37), Asturias (36), Castilla y León (31), Castilla-La Mancha (23), Extremadura (20), Murcia (19), Cantabria (15), Navarra (8) y La Rioja (2).
En concreto, del total de casos confirmados, más de 4.000 eran hombres y solo 64, mujeres, y la edad oscila entre 10 meses y 88 años, con una media de edad de 37 años.
La OMS ha compartido una serie de recomendaciones para cuatro grandes grupos de países y, a partir de aquí, tendrán que ser los gobiernos los encargados de adoptar medias preventivas especiales para frenar una expansión que, aunque no tiene nada que ver con lo vivido durante la pandemia de COVID-19, ha demostrado ser constante y, en algunos casos, letal.